Los lúganos (Carduelis spinus) llenan por el invierno las alisedas de la región con su característico vuelo en grupos, incansables de árbol en árbol.
En Gijón tenemos la suerte de tener unas alisedas de más de 50 años en el Parque de la Senda Fluvial del Piles, que milagrosamente fueron respetados en el proyecto de urbanización que lo rodea, y los pájaros agradecen el detalle con números por encima de los 2 centenares todos los años por estas fechas.
Aunque son endiabladamente difíciles de fotografiar, me encantan, y para mí son un símbolo de lo mucho que agradece la naturaleza periurbana el dejar algún parche de la naturaleza original de estos lugares.
Esto no es un lúgano, es un zorzal común (Turdus philomelos), que estaba justo debajo, pero se portó tan bien, y posó tan guapo, que aquí lo dejo. Hala.
Estas islas de biodiversidad en medio de las ciudades son toda una bendición. Qué guapos los luganos, y cómo presta verlos sí señor. Dos centenares es un bando bien numeroso..
ResponderEliminarSiempre, que yo tenga memoria, fueron abundantes en estos enormes alisos, pero hace unos años, cuando se discutía cuál iba a ser el proyecto de este parque, creí que no volvería a verlos. ¡Milagroso!
EliminarApunto el lugar para ir con paciencia...
ResponderEliminarVete con el paracetamol tomado, que te van a chirriar las cervicales a base de bien.
EliminarSi que son difíciles de afotar, no paran, y cuando lo hacen casi siempre están fuera mano, pero tu los pillaste bien. Saludos.
ResponderEliminarLos pillé a la sombra, con un iso de escándalo y 2 puntos de compensación de la expo, así que se hizo lo que se pudo.
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