Bueno, tenía a uno de nuestros hamsters malín y no pude mantener el ritmo del blog estos días: retomo el tema de la última entrada.
Después de la laguna de Tarelo, sale una senda que atraviesa un gran pinar de pino piñonero (Pinus pinea), sobre arenas, en el Parque Natural de Doñana, en su vertiente de Cádiz.
No es una senda sobre el mapa difícil, pero sí lo fue en la práctica, una de las más duras que haya hecho nunca, y ya es decir.
Hacía calor. Mucho. El terreno era una enorme duna, sin camino, solo arena, y para los asturianos, eso es una novedad, cuesta acostumbrarse a caminar sobre arena.
Pero lo más difícil, por momentos insoportable, fueron los insectos, me abrasaron los mosquitos, pero lo peor fueron las moscas. Cientos, cubrían mi cara, mis brazos, mis piernas, y hasta el teleobjetivo tenía decenas de moscas. Si respirabas fuerte, te las tragabas, y aunque iba bien pertrechado, con pañuelo, sombrero, antimosquitos y protección solar, gafas de Sol, etc, me agobié muchísimo, y la única razón para completar los casi 7 kilómetros de senda fue la compensación de la mucha naturaleza, y mucha novedad respecto al paisaje asturiana que representaba la aventurilla, con todo, mereció la pena.
Al grano. Siento decir que lo primero que me encontré fue una lechuza muerta (Tyto alba).
Preciosa, pero fiambre reciente.
Aproveché alguna de sus plumas, una vez comprobé que no estaba anillada, y los escarabajos (desconozco si enterradores, o carábidos) aprovechaban ya su carne.
Aunque desconozco si murió de muerte natural, ciertas desagradables pistas me ponen en la peor de las sospechas.
Y es que esta es tierra de abundantes conejos (Oryctolagus cunniculus), me los crucé por decenas, no fui tan rápido como para echarles fotos, aunque si hubiese sido un depredador, estoy seguro que hubiese comido conejo, porque de verdad qeu estaba la arena, en los bordes de los matorrales, llenos de huras de conejo.
Una nueva novedad para los asturianos, los conejos son toda una rareza por el Norte.
Había muestras en forma de esqueletos y excrementos de que el conejo es el pilar de este ecosistema, por su abundancia.
Este cráneo también lo aproveché para la colección familiar.
En cuanto a aves, el terreno era intrincado, y fabulosamente lleno de matorrales, un sotobosque sobre arenas muy interesante, para los norteños, muy extraño. Y los pájaros eran difíciles de ver, bastante fáciles de oír, y casi imposibles de fotografiar. Casi. Había rapaces criando ostensiblemente en las copas de los árboles.
Por ejemplo, una aguililla calzada (Aquila pennata). Preciosa, infinitamente más que en la foto.
Los pinos se las traían, tenían unas copas enormes, y formaban un dosel vegetal enmarañado, donde era difícil ver qué volaba, y por dónde.
Por ejemplo, los abundantes milanos negros (Milvus migrans).
En las ramas de los arbustos, como este tan adaptado a Doñana, la sabina marítima (Juniperus phoenicia turbinata), decenas de pajarillos, solo os pondré los pocos que pude fotografiar.
Como esta curruca mirlona occidental (Sylvia hortensis), que en su forma inmadura era extraordinariamente parecida a las currucas zarcerillas que muy de cuando en cuando observo en paso por Asturias.
Había muchos grupos familiares, como este adulto, y no digamos de la aún más abundante curruca cabecinegra.
Entre los arbustos, este sí es conocido en Asturias, asociado a los encinares, el rusco (Ruscus aculeatus).
También escasa en Asturias la alondra totovía (Lullula arborea), no le dio la gana de darse la vuelta.
Había un montón de cajas nido, me alegra ver que en algún sitio se acuerdan de los bichos con alas.
Los papamoscas grises (Muscicapa striata), abundantes, seguro que lo agradecen.
O los pinzones vulgares (Fringilla coelebs), que, evidentemente, lo tendrían crudo para anidar sobre la arena.
En los bordes de los matorrales, siempre estaba presente el lentisco (Pistacia lentiscus).
Pero sin duda, la planta más exótica para un norteño como yo era el palmito (Chamaerops humillis). Curiosamente, tengo uno en casa, en una maceta, pero no pinta tan vivo como estos de las arenas de Doñana.
Este trocito de Cádiz tiene una variedad de paisaje extraordinaria, con muchos ecosistemas diferentes, mezcla de monte mediterráneo, marisma, lagunas, y mar. Incluso tenían interés las zonas de cultivo y pastos adyacentes.
No tuve el placer de comerme la afamada carne de la vaca marismeña (o mostrenca la llaman también), pero me gusta saber que aquí domina el paisaje una raza autóctona y perfectamente adaptada a las duras condiciones de este terreno tan particular.
En las empalizadas, un gran cazador al acecho, el alcaudón real (Lanius meridionalis).
Y por todas partes, una de sus presas, la lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus). No domino en absoluto las lagartijas ibéricas, así que si me equivoco de especie, podéis darme estopa con toda tranquilidad.
Pues nada, terminé la ruta con un aspecto espantoso, menos mal que después me fui con la familia a las preciosas playas de Sanlúcar, como esta de las Piletas, a medio camino entre la desembocadura del Guadalquivir y el Océano Atlántico, y con Doñana de fondo. Una maravilla.
Menudas vacaciones más entretenidas, y variadas, iremos viendo con calma todas las entradas anteriores.
ResponderEliminarHay en la Algaida fotografiamos nosotros una lagartija como esa y la dimos como lagartija cenicienta. Tampoco somos expertos, pero si no nos equivocamos es cenicienta.
Saludos.
Podría ser, los ocelos amarillos no cuadrarían, y la longitud de la cola es > 2x longitud del tronco, lo que no cuadra con la cenicienta, pero para ser sinceros no apostaría ni un café por mi identificación porque me falta capacidad y criterio, al ser las 1as veces que las veía.
EliminarNosotros la habíamos catalogado en base a las fotos de la guía de Barbadillo. INCAFO. Al ver tu respuesta hemos leído de cabo a rabo las explicaciones, y sólo por el tamaño ya no cuadra, creemos que es rabilarga. Eso nos pasa por ser tan superficiales al buscar en las guías, en las fotos parecía cenicienta. así que creemos que puedes apostar el café :-).
EliminarEvidentemente donde dice Hay, debería decir Ahí, nada más verlo...
Saludos.
¡Vaya! Alguien más que tiene mi vieja guía de INCAFO, yo tengo la del año 87.
EliminarMi problema es que hace tiempo que dejé los reptiles a un lado (gran error), y además, la taxonomía de reptiles y anfibios en España ha cambiado tanto en 2 décadas que no me veo con fuerzas de mantener una identificación, se lo dejo a los que sabéis más, yo solo hago el esfuerzo de encajarla en alguna posible especie, pero no me creo mucho a mí mismo...
Un saludooo
También controlas de plantas, ya veo....
ResponderEliminarControlo medianamente de todo lo que asome por encima de mi ombligo, pero de lo que crece por debajo, estoy perdido, no tengo demasiada idea de casi nada, pero en herbáceas y demás "cosas pequeñas" comparado contigo soy un paramecio.
EliminarQue buena pinta tiene el sitio!!!.Una pena la lechuza....y el cartucho.
ResponderEliminarSaludos Ivan.
Es muy diferente a los paisajes del Norte, pero merecen la pena. La lechuza, ves tantas muertas al cabo del año que hasta te haces a ello, algunos cazadores (por llamarlos de alguna manera) merecían un cartuchazo en el culo, aunque solo fuese de sal.
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