Visitamos el paseo marítimo, desde la playa de las Palmeras.
Nos tomamos un café en el puerto de Candás, para recuperarme un poco del esfuerzo de caminar con muleta...
...pero la tarde empezó en la playa de San Pedro de Antromero. Sabía que le gustaría a mi chiquillo, porque es un fan total de los fósiles y de todo lo que suene a cretácico, ¡y los papás necesitábamos tomar un poco el aire!
Y es que esta playa es toda una lección de geología, aunque no tengáis ni idea, un paseo por su arena, de un extremo a otro os encantará, porque a poco que tengáis el ojo curioso, os saltarán muchas cosas interesantes, solo debéis fijaros.
Yo soy un aficionado, y lo poco que sé me la ido enseñando mi suegro, que fue catedrático de geología, y un precursor en el estudio científico del territorio asturiano, yo solo "lo intento", así que espero no meter mucho la pata. No lo toméis como algo académico, es una descripción muy cutre, pero espero que os pique la curiosidad y os acerquéis a esta playa tan chula de patear con espíritu de explorador.
La playa en cuestión es esta:
Si abrís la imagen de la playa, veréis 4 grandes áreas, de derecha a izquierda.
A la derecha del todo, terrenos de afloramiento del devónico. No pude llegar a ellos (con la pata a rastras, imposible subirme a las rocas).
Después veis una plataforma de abrasión que discurre hacia el mar: eso es un flysch, una zona de alternancia de rocas duras con otras más blandas, y que forma un estriado muy característico. Además, veis diferentes colores, y es que hay un pequeño tramo de caliza de montaña, que se prolonga hacia el acantilado de manera espectacular, formando unos estratos verticales auténticamente poderosos y que sobrecogen.
Todo esto se desarrolla sobre rocas del carbonífero.
Algunos de los mejores ejemplos de flysch en el mundo están aquí al lado, en el País Vasco, donde son un fenómeno turístico que se explota racionalmente.
Aquí en Asturias, como aparentemente somos idiotas, y además (también aparentemente) somos ricos, pasamos de todo, y el riquísimo patrimonio geológico que poseemos languidece sin pena ni gloria salvo para 4 frikis como yo. En fin...
Luego, una capa de arena, que tapa en parte la sucesión de estratos.
Y, finalmente, un salto brusco (literalmente, porque hay un escalón), a un terreno que no se parece en nada, ¡salta a la vista! Pues es que aquí donde nos ponemos en el cretácico.
Y lo que nos encontramos, repito, aunque seáis tan legos en la materia como yo, merece la pena visitarlo, pues primero, desde el suelo, vemos varias capas de lo que parece ser una arenisca muy fina, de diferentes tonalidades, turbia, y eso es, de nuevo, literalmente.
Y por encima, una increíble capa de casi 1/2 metro de lumaquela, un auténtico colchón de conchas fosilizadas que enseguida se puede decir, intuitivamente, que parecen ostras (ostreidos).
Entreverada, aparece la calcita, cristales imperfectos (dcha), o pequeñas y guapas geodas (izda), que rellenan, precisamente, los huecos que dejan algunos de los fósiles en su interior.
Y los fósiles más guapos que nos podemos encontrar, fragmentos casi por todas partes, solo hay que cribar un poco la arena en la base de esta capa y salen de 2 en 2. Tengo que consultar con mi suegro, pero yo creo que son glauconias.
No estaba como para trepar a las rocas, pero seguro que había maravillas a poco que se buscasen.
Así que aprendí un montón de cosas en un simple y pequeño paseo, y no veas que nerviosismo el pequeño de la casa...
Además, como curiosidad, en la playa había muchas orejas de mar, creo que de la especie Haliotis tuberculata, no son una especie infrecuente en Asturias, pero tampoco es que sea lo más común encontrar varios ejemplares en un tramo tan pequeño de costa.
Ahora están muy de moda, ya que son un manjar en muchas partes del mundo (aquí pasamos de ellas), y se pagan tales precios que se está investigando el producirlas en acuicultura, lo que no deja de ser un problema, ya que como suele suceder con todos los cultivos marinos, el introducir cultivos artificiales en un medio natural (el Cantábrico en este caso), especialmente en zonas especialmente sensibles como son las rías, podría traer un desastre ecológico. Por ahora en Asturias, en Galicia y en Canarias se está en fase de experimentación. La oreja de mar, para que sea rentable, debe alcanzar tamaños que exigen un cuidado que casi roza el mimo, y es complicadísimo reproducirlas y alimentarlas, así que por ahora, creo que la cosa se quedará en proyectos...veremos.
Pues nada, nos llevamos un buen recuerdo para casa, y al menos dimos un paseo "un poco especial", que es de lo que ese trata.
Tienes toda la razón, Asturias tiene un riqueza geológica inmensa, La playa de Antromero es un ejemplo, también el arrecife de Moniello, sin salir de Gozón-Candás, se puede "recorrer" el fanerozoico desde el Ordovício al Carbonífero desde Peñas a Carranques, algo que seguro interesaría a mucha gente si se supiera enseñar. Los taludes continentales fósiles de Llanes... hay infinidad de cosas de las que solo se muestra la llamada costa de los dinosaurios.
ResponderEliminarMuy bien contado, me ha gustado esta entrada.
Me alegra que te haya gustado.
EliminarEl concejo de Gozón da para estar semanas apreciando lo mucho que tiene que enseñar en cuanto a geología, pero si los seres vivos ya no despiertan la atención de las administraciones, de las piedras ya ni hablamos, es todo deprimente.
Se gastan millones en museos absurdos con réplicas que cuestan una millonada, y nadie da un duro por ver lo que está ahí, "de verdad", parece que si no tiene una vitrina delante no tiene valor, en fin, tenemos lo que merecemos.
Muy interesante compañero, y muy guapas las fotos. La playa de Antromero es una de las joyas geológicas de Asturias, y tiene mucho que enseñar en muy poco espacio. Por eso da pena ver el estado en que se encuentra. Un saludo
ResponderEliminarPues sí, la playa tiene muchas mejoras por delante, pero con cuatro perras se podría hacer una buena promoción, mejorar el paisaje alrededor, eliminar aberraciones urbanísticas...no sigo, que me pongo malo...y poner un par de carteles explicando lo que hay no son ni 4 duros.
EliminarBueno, el pie va por momentos, voy a poner unos brazos como 2 troncos de las muletas.
ResponderEliminarSí te recomiendo el lugar para un paseo tranquilo, y las posibilidades de encontrar fósiles son del 100%, y no hace falta ni siquiera dañar las rocas. Yo no lo disfruté mucho porque con el pie así solo recorrí el tramo de arena, pero pudiendo subir al pedrero es una gozada, y para los que domináis la fotografía seguro que hacéis maravillas.
Yo de geología na de na, pero te puede decir que haciendo paisajes eres un "crak".Les das un tratamiento que me encanta.
ResponderEliminarMejora esa "patuca".
Saludos.
Hola, Xurde, yo de geología, aprendiendo a marchas forzadas, la curiosidad puede mucho...
EliminarLa fotografía de paisajes me encanta, pero cada vez salgo menos y eso me frena, a ver si me pongo ahora que voy a tener que caminar con la rehabilitación.
Yo para esto soy un poco negado... ya me costó hasta encontrar el otro día las huellas de dinosaurios... jajaja!!!
ResponderEliminarEn Asturias somos asi, tenemos hasta un Museo del Agua, y uno del horreo que costó una millonada y años más tarde sigue cerrado...
Tenemos lo que nos merecemos
un saludo
Uy, es que lo de las huellas de dinos hay que echarle mucha imaginación...
EliminarEn el Castrín, Sobrescobio, había un área recreativa extraordinaria, que tuve el placer de censar hace años para la SEO (llena de aves), y que ahora está ocupada por una mole de hormigón del tamaño de un HIPERCOR (ni es una broma ni exagero con el tamaño), que pretendía ser...ya nadie se acuerda. Costó 10.000.000 de €, señores, lo que cuesta un centro de salud para 15.ooo personas, y a día de hoy está VACÍO.
Pensemos en ello.