lunes, 7 de enero de 2013

Colirroja tizón tranquila

A veces vas tras los pájaros y otras veces son ellos los que se acercan a ti, así sucedió con esta hembra confiada de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) en el Cabo Peñas.














En determinadas ocasiones, el quedarte quieto y respetar la tranquilidad del ave propicia el premio de su confianza, y su acercamiento progresivo.










Así fue en este caso: empezó cerca, y acabó por bajar de su percha y pegarse a mí.













Un poco de actitud pasiva, algo de curiosidad por su parte, y todo cundió.










¡Ale-hop! Y se puso a mi lado. Otras veces esta actitud no funciona, pero prefiero no sacar la foto a andar persiguiendo pájaros. Y a veces los espantas sin querer, que tire la primera piedra el que esté libre de pecado, pero como decía respecto del dinero arriesgado cuando, ya hace años, especulaba en bolsa ("el último duro que lo gane otro"), se puede decir lo mismo respecto a mi filosofía con las aves: "la última foto, que la saque otro".





6 comentarios:

  1. Tan frágiles que inspiran ternura y tan diferentes a los machos también. Suponiendo que el macho sea uno que se me ha venido a la cabeza ¿con el cuerpo grisáceo?.. Saludos.

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    1. Ese mismo, las hembras son mucho más discretas, en todos los sentidos, que los machitos, que son siempre más provocadores, y un pelín descarados.

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  2. No hay mejor cosa que sentarse debajo de una faya y esperar, si viene bie, si no una mañana tranquila que pasa uno y que nos quiten lo bailao.

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    1. No son muy buenas, pero reflejan un ave tranquila, y eso vale mucho.

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