Aprovechando que había unos 22ºC en la Playa de Estaño, hace 10 días nos fuimos de excursión a la playa de Estaño, a las afueras de Gijón, y allí, en el aparcamiento nos encontramos bajo un coche, aparentemente sano, a un pequeño petirrojo (Erithacus rubecula).
Con el acalore que hacía, y a la puerta de un restaurante donde la gente tira migas y pequeñas delicias, no era el típico petirrojo desactivado por el frío y el hambre al que casi puedes coger con la mano, creo que simplemente estaba muy cómodo y se sentía protegido bajo el coche.
Aparte del peti, muchos mosquiteros comunes y carboneros garrapinos, y sorpresa pero no tanto con este invierno cutre, mariposas de 3 especies, y lagartijas muy activas.
Abajo en la playa, la familia entera en camiseta, y algunas chicas bañándose...el mundo al revés.
En las rocas lejanas, muchos cormoranes, grandes y moñudos.
Yo ya me tengo bañado aquí en pleno agosto rodeado de cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis), no en vano es un punto con unos bajos marinos muy interesantes y llenos de peces, pero eso ya son otras batallitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.