Aunque no encontré a ningún ave extraña en el puerto del Musel, sí que hubo algo extraño, y fue ver la nieve, si no dentro del propio puerto, sí rodeándolo en todos los sentidos.
Se hacía bien raro ver Gijón nevado, casi tan raro como disfrutar del mayor temporal de nieve en Asturias en años y no haber visto casi aves de latitudes altas dejarse ver por Asturias.
En fin, disfrutemos del paisaje.
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