Hicimos un par de paradas en la Ría de Ortigueira, sin saber muy bien dónde llegamos a parar, por el reclamo de las espátulas (Platalea leucorodia), que ya se veían desde la propia carretera que bordea la ría.
Desde los pequeños embarcaderos, un paisaje de lujo.
El suelo, lleno de excrementos de nutria (Lutra lutra), reflejaba la gran biodiversidad de este tramo de costa.
Y al frente, muy lejanos en esta amplísima ría, barras arenosas llenas de ostreros (Haematopus ostralegus), había más de un centenar.
También muchos zarapitos reales (Numenius arquata), chorlitos grises (Pluvialis squatarola), y demás limícolas. Pasaron 3 charranes patinegros.
No conocía esta ría, y me sorprendió. Prometimos volver y localizar puntos de acceso más cercanos a tanta maravilla.
Y aquí si vemos un Ostrero ya nos parece noticia.... Con lo bonito que es!!
ResponderEliminarMenudo viaje os metisteís, cómo buenos "gavioteros" jejeje
Un saludo
Sí, ayuda a coger perspectiva, lo que en Asturias parece mucho, allí se queda corto.
EliminarPor lo que cuentas una maravilla. Tomo nota Saludos
ResponderEliminarNo pudimos parar mucho, pero desde luego promete.
EliminarA que esperan para quitar o poner pastores para las nutrias, se van a comer las gaviotas y los niños en la playa...
ResponderEliminarCalla, calla, no des ideas, que la armamos...
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