martes, 6 de enero de 2015

Por Cabu Peñes (II): chorlitos.

Siguiendo la anterior entrada, lo que me llamó la atención en principio, fue la gran bandada de chorlitos dorados (Pluvialis apricaria) que había en un prado.

En total, seguramente más de 100, aunque era muy difícil contarlos por el gran camuflaje que ofrecen pegados al suelo, entre la hierba.




Fue difícil también encontrar al único chorlito gris (Pluvialis squatarola) que los acompañaba.

(En el centro de la imagen).





No fue tan difícil localizar a la barnacla carinegra (Branta bernicla) que los acompañaba.

(Esquina superior izquierda).








Al contrario que la barnacla, los chorlitos se levantaron varias veces.











E incluso se fusionaron con otro bandito que llegaba de dirección opuesta, cosa que es típica, ya que vagan por un territorio muy amplio, ayer mismo en Gijón pude ver varias veces al mismo bando de una docena de individuos buscando un sitio propicio en la campiña.













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