Los alisos (Alnus glutinosa) del Parque fluvial del Piles de Gijón guardan un gran tesoro de aves invernantes que se alimentan de o en sus ramas y frutos, y aunque este año no hace frío suficiente para verlos en grandes números, como sucedió en otros inviernos más crudos, sí que se pueden encontrar muchos pequeños paseriformes, como el zorzal común (Turdus philomelos), que encuentra un posadero perfecto en sus ramas. Números flojos para esta especie este invierno.
Otra que hace aquí sus inviernos es la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), bastante abundante este invierno.
Los lúganos (Carduelis spinus), que siempre nos deleitan con sus acrobacias, pasan de centenares otros años a las 4 docenas éste.
Y sin duda, los campeones, por miles, los estorninos vulgares (Sturnus vulgaris), que salen de los dormideros del Parque Isabel (me ocuparé de este maravilloso espectáculo otro día) y se dispersan por toda la campiña, con clara predilección por estos árboles.
Estuve el otro domingo buscando algún alirrojo, algún pinzón real o algo así y ni rastro por las afueras de Gijón, dicen que esto es bueno para las aves, porque así no tienen que darse la paliza para invernar hasta nuestras latitudes, pero tampoco viene mal ver alguna sorpresa...
ResponderEliminarUn saludo
En el censo que hice para la SEO hace como una semana salieron 1/2 docena de alirrojos, la cifra menor en años.
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