Con las aves, como con esta gaviota de Delaware (Larus delawarensis), al contrario que en el lema olímpico, me gusta estar más cerca, más suave, más lento.
Me fascina llegar a estar mimetizado con las aves que me gustan, que no me presten atención y demostrarles que no tengo ninguna intención de dañarlas.
En el Parque Isabel de Gijón casi siempre se consigue estar bastante cerca de aves que normalmente son bastante esquivas, pero me gusta dar un paso más.
Esa sensación de estar solo en el parque, bien temprano, con mucho frío, con poca luz, y encontrarte con un ave tan magnífica y exótica como esta gaviota me hace sentir mariposas en el estómago, me hace sentir vivo y feliz.
Sacar buenas fotos con poca luz exige moverse muy lento, contener la respiración, buscar una postura corporal estable, en definitiva, relajarse y sentir tu cuerpo.
Respetar al ave, respetarte a ti mismo, quizás pueda parecer una filosofía vacía y tonta para mucha gente, para mí es un mantra que repito mentalmente cada vez que se da una ocasión como esta.
Otras veces no puedes tener tanto tiempo, tanta cercanía, tanto espacio, pero cuando sucede todo vuelve a merecer la pena.
Salir de allí sin que la gaviota haya tenido que alzar el vuelo, ni tan siquiera que cambiar la posición, tolerando mi acercamiento.
Llegar a casa y solo descargar las fotos, añadir la firma y reducirlas para la web. Y nada más.
No siempre hay tanta suerte, cuando la tengo, la disfruto, y la comparto con vosotros.
Y a 10 metros a la derecha, otra gaviota de la misma especie, misma edad, misma confianza...increíble suerte, esta otra para mañana.
El estar muy cerca, saber parar a tiempo y que el animal continúe en su sitio, es realmente un placer. Como lo son esas fotografías de la gaviota para la vista. Un saludo
ResponderEliminarSeguro que nos adaptaríamos, pero los paxareros gijoneses íbamos a aburrirnos cosa mala sin nuestro parque.
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