En este último censo, los 2 colirrojos me crearon sensaciones opuestas:
Al colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) me lo encontré casi en cada punto de censo que contase con arbolado maduro y una buena sebe alrededor, y, al menos en Gijón, está reconquistando el terreno perdido en la última década, en la que perdió muchos efectivos.
Este, en la carbayera de los Maizales.
Sin embargo eché de menos al colirrojo tizón (Phenicurus ochruros) en muchos puntos, especialmente en la costa, siendo más abundante curiosamente en parques y en los jardines urbanos. Sigue siendo más abundante que el real, pero claramente, en Gijón está bajando su número, y sería una pena, porque es un ave bien maja y muy alegre, aunque tenga la costumbre, que me horroriza como buen aracnofóbico, de llevar arañas en la boca.
Este se la zampaba en la Campa Torres.
Me encantan los dos, este año tengo un par de parejas de los reales por aquí y tizones..., creo que se mantiene una pareja. Esperemos que lo del tizón sea temporal.
ResponderEliminarYa te los vi, están guapísimos los tuyos.
EliminarEs una buena noticia la del colirrojo real, una de las especies emblemáticas de nuestra campiña. El tizón me imagino que sufrirá sus pequeños altibajos...
ResponderEliminarEl tizón espero que no sea otro habitual que se va haciendo rareza poco a poco.
EliminarAún no he tropezado con ningún real, espero que no se resista durante mucho tiempo. Muy bonito. Un saludo.
ResponderEliminarBúscalos en buenos árboles rodeados de campiña y saldrán.
EliminarTizones siempre he visto en el Cervigón. Supongo que este año también estarán por allí.
ResponderEliminarPues sí, allí andan, aunque este año menos.
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