Sí, los charranes patinegros (Sterna sandvicensis) son uno de los clásicos del paso prenupcial asturiano, y se les encuentra casi en cualquier paseo a la orilla del mar.
Ya sea en pequeños grupos, o en bandos considerables, van cercanos a tierra, por lo que son fácilmente detectables, al contrario que otros estérnidos que se alejan más y pasan más desapercibidos.
Estos primeros son de Zeluán, 3 grupos distintos: van recalando en pequeñas oleadas, ya que las paradas suelen ser muy escalonadas y de muy poca duración cada vez.
A veces hacen el viaje solos, como este de Zeluán también, pero de otro día.
Estos otros son de la Playa de San Lorenzo de Gijón, en otra formación típica, camuflados entre las gaviotas, con las que se alían frecuentemente.
Tienen una tolerancia mucho menor hacia el ser humano que las gaviotas, y enseguida echan a volar.
Una pena, porque son preciosas, y si además se paran a pescar, con una efectividad pasmosa, resultan irresistibles a la vista.
los espero, desde mis playas favoritas, tumbao al Sol, a la vuelta, en el paso postnupcial.
Es verdad que es una pena que se queden tan poco rato por lo general, sólo el tiempo justo para reposar y seguir adelante. Y qué callados van, qué diferencia con la migración otoñal..
ResponderEliminarHay que estar atentos porque duran minutos posados, pero merece la pena la fugacidad.
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