Cuando volvía con mi hijo de su entrenamiento, hacia casa, por la Ronda Sur de Gijón, tracé una rotonda en Viesques y casi me chufo contra el de delante al ver un espectáculo único: una nube de zarapitos trinadores (Numenius phaeopus) en medio de la rotonda.
En vez de tirar para casa, aparcamos en el 1er sitio libre que vimos y bajamos a la carrera.
No llevaba cámara ni prismáticos, pero fueron unos minutos únicos: el tráfico en hora punta, los zarapitos comiendo frenéticamente en los praos alrededor de la rotonda y despegando cada poco para volver a aterrizar a escasos metros, y 2 chiflaos, uno grande y otro piquiñín, gozando la escena.
Los había en tierra y en aire, así que la cifra es estimativa: 124, pueden ser algunos más, o algunos menos.
Aproveché para explicarle de dónde vienen estos zarapitos y lo muy al Norte que les esperan, y se quedó alucinado.
Este crío (supongo que los vuestros también) ya ha visto morsas, leones y hasta ballenas, pero nunca había visto un zarapito, lo que es un síntoma de en qué mundo están creciendo.
A mí se me caía la baba viéndolo ensimismado con estas limícolas. Al final me dijo que le parecían colibrís gigantes grises, lo cual tiene su miga, una interesante taxonomía folk, como decimos los antropólogos.
Mañana me acercaré a la costa, a ver qué trae el (por fin) viento Sur. Mientras tanto os pongo una foto de otro trinador, este de la semana pasada en Zeluán.
Tienes toda la razón, ¿cuánta gente en Asturias sabe lo que es un zarapito?, ¿cuántos han visto un oso salvaje? Aquí se vive de espaldas a la naturaleza de la que luego tanto se presume.
ResponderEliminarLas primeras impresiones de los niños ante un pájaro nuevo siempre me parecieron muy interesantes.
Es que eran tantos que se quedó el crío perplejo. A diferencia de la gente que pasaba al lado con el coche, que era ABSOLUTAMENTE indiferente, buf, qué tiempos nos han tocado vivir más grises...
EliminarEl domingo había tres en la zona del Rinconín y hoy dos en plena playa de San Lorenzo. Y la cámara me hace cosas raras ya, no se si estará feneciendo, algunas fotos me salen sobreexpuestas así porque sí...
ResponderEliminarSí, ya van llegando. Uy, esas cámaras zombies me suenan, a mí me volvió loco una 300D que tenía hasta que le cambié el obturador.
EliminarInteresante compañero, y más haberlo visto con el chaval...parece que ya los tenemos aquí, esta tarde en Bañugues conté unos 160.
ResponderEliminarLo que comentas es tan típico...se conoce mucho más lo que está a cientos de km que lo que nos queda aquí al lado.
Un saludo¡¡¡
Parece que ya están aquí, mañana puede ser tremendo, si no nos lleva el aire...
EliminarAquí los críos te diferencian un león marino de una foca, pero no tienen ni idea de diferenciar un estornino de una corneja, y eso es un problema gravísimo de vivir a espaldas de la belleza que nos rodea.
¡¡Menudo enjambre!!. Ivan, yo creo que la cosa no va tan mal, si esa imagen, en la misma zona geográfica se hubiera dado hace 30 años, seguro que un porcentaje muy alto hubiera acabado en casa, en vez de a por una cámara a por la escopeta, o el mismo crío con la del 4,5 les hubiera aperrillao. Y con los crios... al monte, a enseñarles lo de casa. El tuyo sí que es un buen ejemplo, parar y enseñárselo ¿cuántos lo hubieran hecho?, ahí, en medio de una ciudad tambien hay cosas muy interesantes para descubrir, que no todo pasa en el Masai-Mara...
ResponderEliminarSí, visto así, tienes razón. De crío muchos amigos míos tenían una carabina para matar pájaros y ahora lo más normal del mundo ver a un guah.e pegando tiros en cualquier río a todo lo que se moviese, hoy en día saldría en la tele...
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