Ya quedan pocos cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) en el parque Isabel de Gijón.
Aunque alguno suele veranear por aquí, la docena o docena y pico de cormoranes que se pasan el invierno a salvo de los idiotas de las carabinas ya casi se ha marchado.
(En grande las fotos mejoran).
Así que hay que aprovechar para inmortalizar a los que aún se sienten a gusto en Gijón, en especial cuando están cerca y muy relajados ante la cámara.
Sigo pensando que hay aves que destacan ya de lejos, y otras que a corta distancia ganan muchíiiisimo, y este es el caso de los cormoranes, que de lejos parecen anodinos, pero de cerca, esos ojos esmeralda sin duda enamoran.
Pues nada, aprovechemos pues las aves que nos quedan ya casi como recuerdo de este invierno tan anodino, casi un otoño largo, meteorológicamente hablando.
Pues si señor, unas aves muy fotogénicas.
ResponderEliminarMuy chulas esas fotos!!
Un saludo!!
Gracias, desde tan cerca no se podían desaprovechar.
ResponderEliminarEs curioso, parece que siempre nos dan la espalda cuando tienen las alas abiertas.
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