sábado, 20 de septiembre de 2014

Por la Bahía de Cádiz (XV): La SuperLuna creciente: Aprovechando el Terminador.

Quería probar la extraña combinación de telescopio terrestre + adaptador de digiscoping + móvil Iphone con la tremenda Luna gaditana, y la experiencia fue extraordinaria, mucho mejor de lo que yo pensaba, dándome imágenes sorprendentes que hicieron alucinar a los chiquillos y a los mayores de la casa, tanto en la noche al fresco como procesando las fotos en el ordenador, toda una sorpresa.
Primero aprovechamos la Luna Creciente, ya que el terminador (la franja que separa el día de la noche en un planeta o satélite) nos era muy favorable a la hora de observar contrastados y en relieve algunos de los más maravillosos fenómenos lunares.












Lo primero en lo que todos nos fijamos es en los mares lunares, que naturalmente no son mares de verdad, son planicies basálticas formadas en gigantescas erupciones tras los imponentes cataclismos ocurridos hace 3.500.000.000 de años, casi nada. Una vez familiarizados con los mares, es fácil tener puntos de referencia para localizar las cadenas montañosas.














Después, ya nos vamos a ver las grandes franjas de terreno elevado, que al estilo (pero muy diferentes) de las cordilleras terrestres, surcan los bordes de los mares, procedentes de la acumulación de inmensas cantidades de materiales escupidos en la formación de los mares de los que hablábamos antes. hay también "montes" muy escarpados aislados, que desde la propia Luna tienen que ser una visión increíble.

Estamos hablando de elevaciones verticales, auténticos muros de más de 2.000 metros de altura.










Y finalmente, una vez tenemos la referencia de las cordilleras, ya podemos ponernos a localizar los cráteres, empezando por los más famosos y masivos, y luego por los más pequeños pero de una belleza literalmente deslumbrante.
Daos cuenta que un cráter de los grandes, como Platón, en la foto, tiene un diámetro de ¡100 kilómetros! Tanto que por la curvatura, un visitante en el centro del cráter no se daría cuenta de estar encerrado en muros de 1.000 a 2.000 metros de altura hasta toparse con ellos.
(Hemisferio "Norte").



Recordemos que este tipo de megacráteres se formaron hace miles de millones  de años, ¡y que esta cara de la Luna es la visible, la "protegida" de los meteoritos...por la Tierra! Así que hay que tener en cuenta que si la Tierra no tuviese una capacidad de erosión y de colonización vegetal tan grande, nuestra superficie estaría mucho más llena de impactos aún, al estilo de la cara oculta de la Luna, no protegida, que está acribillada.

(Hemisferio "Sur").
Aquí tenemos algunos de los cráteres más grandes, y sobre todo más brillantes, como el poderoso Ptolomeo, el más brillante, Tycho, y el más grande, Clavius.







Forzando el zoom del móvil y del telescopio, vemos imágenes tremendas de la superficie de la Luna, aunque baja, como es lógico, la definición.


Aquí vemos algunos ejemplos de los bonitos cráteres de la región central de la Luna.














En la próxima entrada, la SuperLuna, llena, fascinante pero mucho peor para ver accidentes en la superficie, yo me quedo con este 1/4 creciente tan espectacular al telescopio.






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