El otoño pasado tampoco fue muy bueno para las aves silvestres en este parque, y el problema es que cuando pasa esto, llega un momento en el que te centras en otros lugares y dejas de visitarlo.
La única nota positiva, la vuelta de los porrones moñudos (Aythya fuligula), aunque nunca vi más de 3 ejemplares juntos.
Otros porrones, los europeos (Aythya ferina), tampoco pasaron de la docena, algo es algo.
Muchas más hembras que machos.
Los cucharas europeos (Anas clypeata), bastante bien de número, hubo días en el otoño en los que vi 16 ejemplares.
De ánades rabudos (Anas acuta), aunque hay varios ejemplares domésticos todo el año, el personal del parque, me comentó que al menos uno era de procedencia salvaje.
Floja y vacía, por tanto, la lámina de agua casi todo el tiempo, pero en este parque siempre hay algo que ver, o algún ave que da la nota, como este cormorán grande (Phalacrocorax carbo) tan poco tímido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.