Los bisbitas pratenses, o comunes (Anthus pratensis), son un clásico del invierno en la campiña asturiana.
A pesar de que, en teoría, algunos se reproducen en la media montaña asturiana, la grandísima mayoría invade nuestra comunidad en cuanto empieza el otoño, y a partir de ahí los veremos mientras haya frío, hasta entrada la primavera.
En números enormes, y casi en cualquier hábitat. Se ven en la rasa costera, en algunas playas, en cualquier prao y en los lindes de bosques.
No es fácil verlos en principio, porque se mimetizan totalmente, pero en cuanto uno se acerca a ellos salen volando y reclamando en estampida, así que cualquier paseo es sinónimo de toparte con ellos.
A pesar que en inviernos suaves meteorológicamente hablando, como este, baja mucho su número, sigue siendo uno de los pájaros más frecuentes en cualquier censo, año tras año.
Y aunque sean tan frecuentes y tan fáciles de localizar, otra cosa es fotografiarlos, son nerviosos y poco dados a dejarse retratar y estas fotos son algunas de las pocas en las que pude contactarlos en condiciones este invierno.
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