Así, la semana pasada me encontré con más de una docena, y lo mejor es que comían a campo abierto, muy despreocupadas.
No es lo más habitual, ya que normalmente suelen ser asustadizas.
En este caso, por fortuna, no parecía inquietarles mi presencia.
Y se alimentaban en pequeños grupos.
Por lo demás, poca cosa, algún bandito de archibebes comunes (Tringa totanus).
Un buen número de cercetas comunes (Anas crecca).
Una espátula (Platalea leucorodia) inmadura.
Y abundantes garcetas comunes (Egretta garzetta). había más de 50, con varias garzas reales y garcillas bueyeras al lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.