Os pongo parte de las preciosidades vegetales de las zonas altas de la excursión, en el límite entre el piso subalpino y la roca caliza desnuda (o casi).
Como siempre, mis conocimientos de boánica son muy limitados, si veis alguna barbaridad, me avisáis y todos felices.
Un clásico es la vermicularia (Sedum anglicum), agarrándose a la roca como una campeona.
La capacidad de supervivencia ( a las agresiones climáticas y humanas) del agracejo (Berberis vulgaris) es también mítica.
A estas alturas tapizan las alturas entre los 1.700 y los 2.000 msnm, por encima del límite arbóreo, extensas masas de brezos y piornos...
...y por encima, mullidos colchones (que incluso permiten caminar por encima sin tocar el suelo), de enebro rastrero (Juniperus communis alpina)...
...y de carqueixa (Pterospartum tridentata cantabrica).
En las vegas soleadas, donde hay una mínima capa de tierra, pequeñas matas que dan un toque de color, como las praderas de merenderas (merendera alpina)...
...clavel silvestre (Dinathus hyssoppifolius)...
...cardo de la Magdalena o azul (Eryngium bourgatii)...
...o el cardo almizclero (Cardus nutans).
Otras plantas no son tan espectaculares, y están finalizando su ciclo vital por este año, como las muy menguadas en porte y colorido calzas de lobo (Dygitalis parviflora)...
...o la gran surtidora de la farmacopea europea genciana amarilla (Gentiana lutea).
En fin, mucha variedad a pesar de las dificultades que tienen estas plantas para salir adelante.
La próxima entrada, bajamos un poco de cota.
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