domingo, 7 de julio de 2013

Vida y muerte en Zeluán.

El seguimiento a largo plazo de un espacio natural hace que te hagas a la idea de lo cambiante y poco estático que es el devenir de las distintas especies a lo largo del año.
Para esta gaviota patiamarilla (Larus michahellis), se le acabó su tiempo, atrapada por el cuello con un sedal, triste pero frecuente final.





Sin embargo, a estas familias de ánades azulones (Anas platyrynchos), con nada menos que 9 patinos, y de gallinetas comunes (Gallinula chloropus), con 3, les sonríe la vida en la charca de Zeluán.









Llegan los 1os juveniles, nacidos hace escasos meses, de gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), acompañanado de vuelta a los adultos que ya vuelven de las colonias de cría, en el paso postnupcial.






Los zarapitos trinadores (Numenius phaeopus) siguen pasando hacia el Norte, aunque algunos ejemplares heridos, de los que hay 2 ahora mismo en Llodero, es posible que se queden aquí, por desgracia, y renuncien a subir al Gran Norte.








Los hay auténticamente rezagados, y forman parte de la bolsa de individuos solitarios y que con poco ya que hacer, vagan un poco por todas partes, como este chorlito gris (Pluvialis squatarola).










Y por último, otros como este gavión atlántico (Larus marinus), y la pareja que lo acompaña habitualmente, llevan meses por aquí, y quien sabe si en un futuro se animarán a ser los pioneros en una nueva colonia cerca de aquí, ojalá...




3 comentarios:

  1. Qué interesante sería saber si esa pareja de gavión es la misma que anidó el año pasado en la Erbosa...

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  2. Sería interesante que se animaran esos gaviones...

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  3. Interesante trabajo,Fenix, siempre que me paso por tu blog aprendo algo nuevo.
    Un saludo. Belén.

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