Esto ya es un acercarse bastante al límite de la evolución: un ave de tamaño bastante imponente, inteligente (se cree que los págalos tienen una función cerebral bastante compleja), adaptable, y con un equipo fisiológico que le permite sobrevivir en climas y situaciones horripilantes: una máquina.
Puede comer (se) casi (a) cualquier cosa, y con una eficacia terrorífica.
Por si fuera poco, vuela con vientos que mantendrían en tierra a casi cualquier ave, y se las arregla por igual en aguas del Ártico que en las del Brasil.
Cuando uno ve a estos viejos lobos de mar, con un aspecto (ver foto) que transmite vida dura, uno solo puede pensar la poquita cosa que somos sin nuestras invenciones, en comparación con estos bichos ultrarresistentes.
Se atreven con todo, incluso con aves el doble de grandes que ellos, como estos alcatraces atlánticos.
En el Gran Norte, con hambre, no dudan en atacar a garzas reales, a gaviotas sombrías, a liebres árticas y ay de quien se acerque a su nido, humano incluído, porque puede causar graves heridas con su pico.
¡Y es que menudo pico!
De cerca no se le ve tan pardo uniforme como desde la costa, siguen destacando sus manchas alares blancas, y lo que me llamó la atención fue lo pequeña que se ve su cabeza en relación al barrigón que parecen arrastrar.
Pero el sumum fue cuando apareció un ejemplar de morfo claro, casi un fantasma, que apareció de la nada, y aunque no se acercó demasiado al catamarán, nos divirtió con sus elaboradas técnicas para hacer soltar el pescado a sus víctimas.
Todo un pirata que podría contar historias que jamás creeríamos, tras toda una vida en alta mar.
Próxima entrada: págalos pomarinos, también piratas, pero muuuucho más elegantes.
Ya veo que tu también madrugas...Estos pájaros, me refiero a los de tu blog, cada vez son más grandes y más agresivos, la verdad es que meten miedo.
ResponderEliminarLo de madrugar me lo quitaba de encima con un buen euromillón, pero no se acaba de dar...
ResponderEliminarSi estuviese en una balsa a la deriva, no me gustaría encontrármelos sobre mi cabeza...
Fantástica serie del págalo grande, un ave rotunda donde las haya. La verdad que está diseñada para la depredación y el pirateo. En estas fotos de adultos se aprecia bien la notable extensión de las manchas blancas de las primarias, especialmente en el último. Ya espero con ansia poder contemplar los otros págalos, mis favoritos sin duda.
ResponderEliminarEspero responder a tus expectativas, aunque al final creo que solo saqué en la tarjeta de memoria de la cámara a los grandes y a los pomarinos, y eso que se vieron las 4 especies de págalos en la salida.
EliminarSí que son listos, no se acercan apenas a los humanos...
ResponderEliminarComo para acercarse.
EliminarEn toes partes cuecen fabes, y en el Ártico a calderaes.
Muchos siglos de persecución humana contra el skúa, les acusaban de matar corderos, de llevarse a los bebés volando y hasta de avisar a las piezas de caza de la presencia de cazadores, así que, tras la matanza pertinente, aprendieron a escapar del ser humano.
Que bicharracos más salvajes son!!Muy buenas fotos de acción Ivan.
ResponderEliminarGracias, acción no nos faltó.
EliminarLo que tuviste que disfrutar en el barco. A ver esos pomarinos, je, je.
ResponderEliminarSaludos.
Mucho, mucho.
EliminarLos pomarinos, arriba los teneis ya.