jueves, 4 de enero de 2018

Un día helando y otro sudando

Estamos teniendo un invierno realmente extraño. Mientras escribo esto, hay 22ºC en el exterior de mi casa de Gijón, y eso no es ni medio normal.

Hace aproximadamente un mes, heló bien en Gijón, no es que sea extraño para nada, pero son pocos los días que se hielan los charcos, y cada año menos.








Recuerdo con nostalgia el patio de recreo de mi infancia en los 70 (bueno, con nostalgia en absoluto recuerdo el colegio pero sí el patrón meteorológico que disfrutábamos en invierno).










Era perfectamente normal por entonces que los charcos se helasen, patinábamos sobre ellos, cargados de bufandas, manoplas y verdugos, que hoy en día no hacen falta la mayoría de los días.










Esto ahora sucede 2 ó 3 mañanas al año en mi ciudad, y desaparece el frío no gradualmente, como antaño, si no de repente, en cuestión de horas, por ejemplo para dentro de 2 días estará la nieve a cota de 500 msnm, con bajadas de hasta 12ºC en 24 horas, y esos cambios, repito, no son normales.








Porque ya van al menos 4 cambios de este tipo este año, semanas de anticiclón y calor real, seguidos de semanas de nieve y viento. Demasiado molesto para todos.










Será que me estoy volviendo un viejo cascarrabias, pero echo de menos los inviernos de antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.