Llevan unos cuantos días 2 colimbos grandes (Gavia immer) inmaduros en el puerto gijonés del Musel.
Después del invierno pasado que fue malísimo en colimbos en Asturias había muchas ganas de echarles el diente a estos colimbos, y al menos tenemos el placer estos días de disfrutarlos desde muy cerca.
A pesar de la lluvia y de la mala luz, tener un gigantón de estos al lado sigue siendo bastante impresionante.
Al otro ejemplar que pululaba alrededor lo perdí enseguida de vista, pero a este, sin límite de tiempo por lo tranquilos que estábamos los dos, sólo me queda darle las gracias por el buen rato.
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