Nos fuimos a vivaquear los amigos de MAVEA a Socellares y nos sorprendió la cantidad de rebecos cantábricos (Rupicapra parva) que pudimos ver y disfrutar.
Lo primero que nos saludó al amanecer fue una manada que claramente nos observaba desde las alturas.
No es mala manera de desayunar.
Después, ya de excursión coronando el Sobre Tambarón, a unos 2.000 msnm, vimos varios grupos familiares, compuestos fundamentalmente por hembras con cabritos.
Una gozada seguir sus piruetas por la caliza del Macizo de Ubiña.
Las madres seguían muy pendientes a sus crías.
No es de extrañar, porque vimos varios cadáveres, uno muy reciente, posiblemente devorado por el lobo pocas horas antes.
Se movían con una agilidad extrordinaria, lo que a nosotros nos demoraba muchos minutos ellos lo bajaban a la carrera en segundos.
Sorprendentemente, al volver a donde teníamos los pertrechos, en el fondo de la vega, nos salió otro ejemplar, atravesando el terreno a la carrera en cuanto nos vio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.