No hay cosa más prestosa que seguir la parada nupcial de algunas aves en particular. La del bisbita arbóreo (Anthus trivialis) es espectacular, por el trino por el vuelo "en paracaídas" que practica durante la misma, y pude verla tranquilamente comiendo unos chocolates, sentado en el vértice geodésico del Cabu Peñes.
Del cercano pino al cable...
...y al suelo, esperemos que críen y en abundancia.
Lo harán como todos los años las ya abundantes lavanderas boyeras (Motacilla flava), esta era bastante tempranera, de hace unas semanas, descansaba plácidamente en un pila de cucho, seguramente atraída por los insectos que emanaban de tan rico y maloliente manjar para moscas y demás..
Otro habitual, abundante, del brezal de Peñes, el pardillo común (Carduelis cannabina).
Y finalizo con una rareza, no, no estoy de broma, el arrendajo (Garrulus glandarius) es muy forestal, y en estos terrenos tan llanos y vacíos de masas continuas de árboles es mucho menos frecuente de lo habitual verlo que en el resto de Asturies.
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