Mezclo fotos de un par de visitas de estas semanas anteriores, en las que pongo las aves que, o bien de paso, o bien, para quedarse, fui encontrándome por mis largos paseos por el Cabu Peñes.
Al primero que cito, el mirlo capiblanco (Turdus torquatus) lo cantó el amigo Roberto, que me acompañaba, y que mientras veíamos alucinados como un ratonero común perseguía con una avidez que seguramente se debía al hambre que tenía a un grupo de mirlos comunes, se fijó en que uno de ellos, que corrió a refugiarse en un pino, tenía la mancha blanca delatora en el pecho.
Aunque los busardos ratoneros (Buteo buteo) frecuentan todo el año la zona, no es la primera vez que nos fijamos en ejemplares, posiblemente migradores como primera explicación que se me ocurre, que parecen comportarse "más cazadores" que los normalmente más lentos de reflejos ratoneros locales.
Otra que nos encontramos los 2 en el brezal de Peñes sobre nuestras cabezas, y luego yo en solitario desde el coche en la charca de Coneo, y de nuevo en los enormes pastizales que rodean las pistas que se alejan varios kilómetros desde esta localidad, fue la garza imperial (Ardea purpurea).
Mucho menos tímida en paso que en sus localidades reproductoras, se puede la ver volando estas semanas un poco por todas partes donde encuentre comida y cobijo.
Para ser tan poco localizable en los humedales donde la vi en el Sur de España, cuando anda por las praderías inundables asturianas, resulta mucho más cercana.
Otro que tampoco se corta un pelo, o en este caso una pluma, es el triguero (Miliaria calandra), lo detecté por primera vez hace una semana, cantando en 3 territorios de un total de 5 kilómetros en recorrido circular, lo que no está nada mal, teniendo en cuenta lo raro que se está volviendo este emberícido últimamente.
Absolutamente inconfundible por su machacón canto, podemos en el momento de emitirlo comprobar el tremendo pico que se gasta.
Bueno, terminaré en la próxima entrada con las aves.
Hola,
ResponderEliminarInteresante enclave el Cabo Peñes!!! Todavía no lo conozco, tendré que ir en el paso postnupcial. Aunque este primer paso ha sido excepcional con multitud de especies y algunas rarezas.
Saludos desde León
Una maravilla, yo voy en cualquier mes del año y siempre hay sorpresas, aparte de las rarezas tiene una densidad de avecillas nidificantes en verano y de invernantes en invierno que hacen que siempre merezca la pena la visita.
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