Bonitas flores en las zonas que limitaban con prados de siega.
Por ejemplo, la búgula (Ajuga reptans), muy guapa y que a veces se cultiva.
Mucho más frecuente, humilde y arrebatadora para mi gusto desde la infancia, el diente de león (Taraxacum officinale).
La presente en muchos más ambientes, y aguanta todo tipo de contaminación y estrés, la vulneraria (Anthyllis vulneraria).
A la sazón está la escila de primavera (Scilla verna).
Y termino con la guapa a su manera ortiga hedionda (Lamium maculatum).
Como casi todo en la vida, cada vez le tengo más odio a las floristerías, y cada vez es mayor mi adoración por las flores de prao, podría estar horas mirando para ellas y oliéndolas.
Es un gran momento para descubrir las flores de los prados de siega, tan bonitas y tan fugaces. Y como se ve en tu colección de una gran diversidad de colores.
ResponderEliminarNo hay como un prao sin segar para descubrir los colores espontaneos de la tierra.
Eliminar¡No todo son pájaros!
ResponderEliminarGran recopilación botánica.
Saludos desde León
No solo de pájaros vive el hombre,. sobre todo cuando literalmente NO hay pájaros...
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