Sin ser un limícola, ver a las collalbas grises (Oenanthe oenanthe oenanthe / leucorhoa) siempre es un placer.
Los ejemplares que, como este, podrían ser de la subespecie leucorhoa, son perfectamente capaces de cruzar a Islandia de una tacada, y eso es mucho mar abierto para tan pocos gramos de plumas, vaya mi admiración por ellas.
Siempre es una gozada ver un pajarín de esta especie en primavera, rompe un poco la monotonía de los limícolas. Yo este año he visto varios, y como bien dices me admira la gran distancia que recorren. Un saludo
ResponderEliminarTan pequeños y tan resistentes, increíble. Un saludo
ResponderEliminar