Los primeros días de febrero fue Helena el temporal que nos visitó, mucho más débil de lo que habían avisado, afortunadamente más suave que Klaus, y sin víctimas.
En la playa de San Lorenzo, dio un buen espectáculo de olas coincidiendo con la pleamar.
Fue uno de los pocos días este invierno con fuerte oleaje, y se disfrutó mucho, más teniendo en cuenta que no fue en absoluto peligroso para bienes y personas.
De nuevo la zona del Piles fue castigada, subiendo la arena hasta muy arriba (ahí sigue a día de hoy).
Como cada invierno, la variabilidad de los temporales y las corrientes hace que el invierno termine dibujando cada año una playa de San Lorenzo "nueva".
Con la mar llana semanas enteras, echamos de menos ver San Lorenzo picada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.