Como en el caso de la mayoría de aves invernantes en Gijón, el de los patos fue otro de los grupos que escaseó bastante este año, pongo algunas aves interesantes.
Empiezo con un pato que me despistó bastante, ya que parecía un juvenil de ánade azulón, pero evidentemente pasado de fechas y de peso.
Este pedazo de pato anduvo por el parque Isabel y sobre todo el río Piles. teniendo en cuenta la inevitable mezcolanza de razas y especies en este parque por la suelta de patos de colección, sospeché de algún cruce raro, y en principio me sacó de dudas César Álvarez, que atribuye este ejemplar al cruzamiento de un macho de pato almizclero (Cairina moschata) con una hembra de ánade azulón (Anas platyrynchos).
Como vemos, tiene una mezcla de rasgos bastante curiosos.
Siguiendo con ánades, tuvimos algún ejemplar en el mismo parque de ánade rabudo (Anas acuta).
Como digo, en este parque se soltaron muchos patos últimamente provenientes de cría en cautividad, así que es imposible diferenciarlos de los salvajes invernantes mientras nadan. Sí que es posible cuando salen del agua, ya que en tierra se puede ver si están alicortados o si tienen la correspondiente anilla en la pata.
Estos ejemplares, aparentemente, eran salvajes, pero no me fiaría al 100%, ya que pululan por el parque ejemplares de otras especies, por ejemplo patos colorados que siendo "de criadero" carecen de la anilla. Todo con el prefijo de posible, pero no seguro.
Otra especie en la misma circunstancia, de la que llegué a ver al amanecer más de 5 ejemplares con señales de ser silvestres, fueron los silbones europeos (Anas penelope).
Se vieron tanto hembras como machos.
Principalmente en el parque, pero también en el río Piles, donde la presencia esporádica de ejemplares de silbón chileno pueden haber hecho interferencia genética de algún tipo desde hace años.
De los que no hay ningún error posible es de los ánades frisos (Anas strepera).
Los únicos que vi este invierno se refugiaron en la Bahía de San Lorenzo, frente al Eulogio.
Termino con un caso curioso, el de esta barnacla canadiense (Branta canadensis) "legítima" que apareció en Gijón en 2013 y que desde entonces va y viene, volviendo a aparecer en el parque Isabel este invierno. Se trata de un ave anillada en Inglaterra, donde hay un gran núcleo reproductor de esta barnacla que hace muchas décadas que forma parte de la avifauna británica, desde su punto de origen en América del Norte. En su día esta hembra se reprodujo aquí con un ánsar indio y tuvo 3 crías que son de lo más extraños.
En la próxima entrada vamos con las cercetas comunes, los cucharas europeos y los porrones moñudo y europeos. No me preguntéis por los inexistentes negrones este año, que me cabreo mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.