Hace pocos años, la presencia de varios centenares de garcillas bueyeras (Bubulcus ibis) en el Parque Isabel de Gijón hubiese parecido algo imposible.
Pero después de varios años de constante subida de la población en todo el país, con una rápida expansión, ya tenemos establecida una población de casi 400 ejemplares en el dormidero del parque.
Es todo un espectáculo madrugar fuerte para verlas desperezarse en la isla central del estanque, y poder contarlas.
Si no, sacarles un vídeo es otro modo, es muy importante recordar que hace menos de 5 años la población era un 10% de la actual.
Por la parte trasera se puede ver el resto del contingente.
No es de extrañar que sea ya una estampa habitual ver a estas garcillas acompañar a las cabezas de ganado del concejo, ganándose se sustento en toda la campiña de los concejos de Gijón y Villaviciosa, por donde van desperdigándose durante la mañana.
A última hora de la tarde vuelven a juntarse en una línea imaginaria que conecta Granda, en el periurbano gijonés, y este islote, que si juntamos garcetas comunes, garcillas bueyeras y en invierno estorninos pintos, cormoranes grandes, garzas reales, pinzones vulgares, urracas y tórtolas turcas, llega a juntar bastante más de 10.000 aves cada noche.
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