Otra preciosidad poco valorada, la paloma torcaz (Columba palumbus) cada vez abunda más en los parques de tamaño medio de Gijón, y por lo que se lee, de media Europa, donde ha dejado de ser una ave de parajes extraurbanos en las últimas décadas, a un ritmo acelerado.
Una suerte, porque la cercanía cada vez mayor con la que nos la encontramos nos permite disfrutar de su aspecto, lleno de matices, formas curvas y detalles de su potencia en vuelo, es un ave muy musculosa, y tremendamente compacta.
Cada vez se hace más urbanita...eso si ,en los bosques de montaña sigue siendo igual de esquiva y de reacia ha dejarse hacer fotos como siempre.
ResponderEliminarSalud!
Por aquí solo le falta comer de la mano. Acabará haciéndolo.
EliminarTerminarán todos los bichos adaptándose a los entornos urbanos, son más seguros, aunque tengan sus peligros. Un saludo
ResponderEliminarAl menos en cuanto a alimentación y posibilidades de que le peguen una perdigonada, la ciudad tiene sus ventajas.
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