Sí, fui al mediodía, un día por semana, y salí sudando, y que eso pase en enero, es mala señal...
Bueno, pues Zeluán nunca decepciona, y aunque había una marea bajísima, en la que te pierdes, los bichos están muy lejos, y a las malas fotos por la distancia le unimos la reverberación óptica de la arena por el calor, me las arreglé para encontrar a la gaviota enana (Larus / Hydrocoloeus minutus) entre una masa de más de mil gaviotas reidoras (Larus ridibundus).
No me avergüenza decir que nunca había visto una, es curioso que 1º, con ese pico negro, pensé en una gaviota de Bonaparte, ya que a esta otra gaviota sí la he visto en 2 ocasiones, y era mi referencia.
Pero viendo el tamaño, realmente diminuto, en comparación a la gaviota reidora, no hay dudas.
En todo caso, chic@s, hay que tomar notas cuando se ve algo desconocido, y no sacar fotos sin más, porque a veces, como es el caso, uno se encuentra con que las fotos no tienen calidad suficiente, y los apuntes son fundamentales.
Por ejemplo, yo apunté que cuando volaba, aparecía la zona ventral de las alas de color gris no uniforme, y además la punta de las primarias tenía poco, muy poco, pero algo, de negro.
Y eso fue fundamental para saber que es un ejemplar de 2º invierno, cosa que, simplemente con estas fotos tan malas, no se hubiese podido saber.
Además me sirvieron para, sin tener la gaviota en el ocular, César, que apareció por allí, me pudo hacer la identificación, por las notas que tomé.
¡Hay que llevar papel y lápiz siempre!
Bueno, aparte, también (increíblemente) localicé otra gaviota extraña, una gaviota reidora con leucismo parcial, es decir, sin ser albina del todo, parte de su plumaje está de color blanco (donde debería ser de color gris).
esto lo había visto en gaviotas grandes, pero nunca en las reidoras. Curioso.
Siguiendo con gaviotas, lo más reseñable es precisamente su ausencia: ¡es que hacía un calor del demonio! Y las que se quedaron, estaban amodorradas.
Incluso el gavión atlántico (Larus marinus) que ya os presenté (el gigantesco adulto) estaba sopa con el calorín de la arena.
Por lo demás, lo que se está viendo últimamente por Zeluán, como los somormujos lavancos (Podiceps cristatus) cada día más guapos.
Las serretas medianas (Mergus serrator), en número de 3.
Las garzas reales (Ardea cinerea), juro que no se movieron ni un centímetro en la hora que estuve allí, a diferencia de las garcetas comunes (Egretta garzetta), que no pararon.
De limícolas, muy escasos, una docenita de chorlitos grises (Pluvialis squatarola).
Había también media docena de chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula), muy lejanos, junto a otros pocos correlimos comunes (Calidris alpina).
Me los enseñó César, a mí se me habían pasado por alto.
Como la mitad de archibebes claros (Tringa nebularia).
Y un zarapito real (Numenius arquata), junto a otros 2 trinadores (N. phaeopus), que también se me habían pasado por alto. Demasiado marea.
Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo), treinta y pico, el ejemplar de la derecha, jadeando de calor, increíble.
Y cormoranes moñudos (Ph. aristotelis), localicé 2, muy escondidos.
Finalmente, de lo que no había escasez era de cornejas (Corvus corone corone).
Y un detalle de importancia: a la salida, las lagartijas, tomando el Sol plácidamente en las tablas de madera del camino al observatorio...a mitad de enero...
A la enana aún la tengo pendiente. Hay que ver que de cosas tenemos en la costa por éstas fechas, habrá que seguir disfrutándolo antes de que se vayan!
ResponderEliminarSalu2
Hola, Alberto, la enana no es fácil de ver, además de su escasez ni siquiera se ve bien por su pequeño tamaño y pasa desapercibida.
ResponderEliminarSí que hay un montón de bichos, y con la nieve que nos llegará el sábado a la costa, la cosa se va a poner muuuuy caliente.