Los pequeños poemas japoneses haiku, muy relacionados con la filosofía zen, siempre me llamaron la atención.
El distanciamiento, el culto a la belleza, a lo efímero, y su contrapunto en cuanto que la frialdad y el cálculo forman parte de su estilo, son temas que me atraen, así que, mientras os amenazo con poner alguno de los míos, os voy preparando con algunos haikus clásicos, que evocan los paseos que llevo haciendo muchas veces, por la Senda fluvial del río Piles de Gijón, todo un paisaje de mi infancia... y de mi madurez, con la extrañeza por el medio.
Sin palabras la anfitriona.
El invitado.
Y el crisantemo amarillo.
H. Oshima Ryota (1.718 - 1.787).
Las noches son breves.
¿Cuántos días más
por vivir aún?
Shiki (1.867 - 1.902)
Mudas
Las garzas trazarían en el cielo
una línea de nieve.
Yamazaki Sokan (1.465 - 1.553)
Esta mañana de Año Nuevo
Pienso además
en la Edad de los Dioses.
Arakida Moritake (1.473 - 1.549)
En el viejo estanque
la rana se zambulle
y el ruido en el agua.
Basho (1.644 - 1.694)
Al inmenso campo
de un grito
el faisán lo devora.
Yamei (1.662 - 1.713)
Buenas noches
Muy educativa la entrada.
ResponderEliminarSaludos.
Bajo necias rotondas
ResponderEliminarel martín pasa recto
sin miedo y silbando.
Saludos
¡Que bonita entrada!. He disfrutado un montón con ella.
ResponderEliminarSaludos!!
Gracias a todos. Pensé que iba a ser la entrada menos vista del blog, pero parece que no son malos tiempos para la lírica...
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