Aparentemente, los pájaros, como este petirrojo (Erithacus rubecula), no son esenciales para este gobierno. Su estudio, y su disfrute por la ciudadanía, tampoco.
Seguimos esperando a que nos den permiso para practicar una actividad tan poco sospechosa de transmitir virus como es caminar en solitario y en silencio por el campo, a horas bien tempranas, observando a las aves y la naturaleza que las rodea, prismáticos al cuello y cámara en mano.
El Principado ya se ha adelantado a pedir una apertura exprés para la pesca y la caza, pero aparentemente a nuestros gestores, que saben bien lo que nos conviene, las aves en particular, y la naturaleza en general, les importan una m............Lo pagarán caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantan tus comentarios, y además los necesito, pero para evitar los ataques de orcos, trols y pesadiellos, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.