Flojo vi el paso postnupcial por el Cabu Peñes este año, y aunque fui varias veces a buscar animación, la verdad es que poca cosa pude ver, aunque algunas especie abundasen dependiendo del día y los vientos, posiblemente fuese la tarabilla norteña (Saxicola rubetra) la más interesante.
Hasta tres ejemplares juntos pude ver, pero en general cada día que fui contabilizaba unas cuantas, y no todos los años es fácil.
Sus primas las tarabillas comunes (Saxicola rubicola) sí que abundan en toda estación, en especial después de haber criado a sus retoños.
Un juvenil como el anterior se convertirá rápidamente en un guapo macho que aumentar la ya elevada población local. Ya hay pocos sitios en Asturias donde en un paseo se contabilicen con 2 dígitos.
Mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus), abundantes también, en especial a principios de septiembre.
A finales del mismo mes ya son los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) los que llegan a dar el relevo desde el norte.
Jilgueros (Carduelis carduelis) en masa, ya no dejarán Peñes en todo el invierno.
Las collalbas grises (Oenanthe oenanthe) fluctuaron en cada visita, pero cuando aparecían lo hacían por decenas, escondidas en los matorrales...
...a campo abierto...
...o directamente oteando el horizonte.
Más les vale, porque la nómina de depredadores abunda, en especial el más peligroso en todo momento es el gavilán (Accipiter nisus) residente.
Aunque los aguiluchos (Cyrcus sp.) rondan con menos frecuencia, su efectividad es letal.
Mucho menos peligrosa, la pareja de cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) preferirá ratones y los todavía abundantes insectos de septiembre.
Tampoco faltaban los bisbitas pratenses (Anthus pratensis), todavía pocos en septiembre.
Para los buitrones (Cisticola juncidis), sin duda, el mes más abundante del año.
Se les ve muy confiados al principio del otoño.
Incluso, a lo lejos, en el mar, pasaban viéndose a simple vista las marinas, como el alcatraz (Morus bassanus).
De limícolas y similares, todavía más pobre, sólo pude ver un ejemplar solitario de chorlito dorado (Pluvialis apricaria).
Hasta en paso flojo como este, Peñes siempre entretiene.
¡Vaya Collalba más guapa la que está oteando el horizonte!
ResponderEliminarMuchas variedad de aves. Cabo Peñas lo visito menos de lo que debería, es una gozada pajarear allí.
Un saludo desde León
Sí, en cada visita ofrece diferentes aves y el paisaje es maravilloso.
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