miércoles, 10 de octubre de 2018

Playas deliciosas: Quintana.

Esta gran playa del concejo de Valdés es una joya muy poco valorada.

Enorme y siempre semivacía, dispone de 2 estupendos aparcamientos casi siempre solitarios que conectan, mediante un paseo de escasos 5' con la playa.













Las fotos están sacadas en un día espléndido en pleno fin de semana de agosto, lo que da idea de lo guapa y salvaje que es esta playa. Desde el punto de llegada a la playa podemos escoger la panorámica anterior, al este, o esta otra, al oeste, las dos son magníficas.

















Tiene buena anchura por lo que incluso en mareas bastante altas hay playa, y además con marea baja, hay un pedrero intermareal lleno de vida y con un montón de charcos del tamaño de piscinas, para los niños.











Debajo de esta gran laja de roca de varios metros de alto hay una piscina natural de unos 50 metros cuadrados, a la sombra, que es sencillamente un lujo.



















Con los derrumbes del invierno de sus altos acantilados, nos damos cuenta de la erosión acelerada de esta última década "gracias" al cambio climático, y de lo que nos espera en toda la costa del mar Cantábrico.
















Hace una docena de años que frecuentamos esta maravilla, y cada año nos encontramos la arena más arriba, impactada contra la línea costera de invierno a invierno, y abriendo y después rellenando las cuevas que se forman de una manera dramática, cualquiera que quiera saber qué va a pasar en el futuro con la erosión del litoral debería echarle un vistazo a cómo era esta playa y cómo es ahora.

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