
Nos fuimos a pasear por la senda del río Cubia, en pleno casco urbano de Grao, un paseo perfecto para hacer con críos y mostrarles que no hay que complicarse mucho la vida para encontrar naturaleza y biodiversidad. En este caso, vimos muchos insectos interesantes y llamativos, por ejemplo una libélula que siempre llama la atención, la
Onychogomphus uncatus.

Vimos muchos machos patrullar, pero es cuando se paran cuando se puede observar el aspecto alien de este animal, con unos apéndice dedicados a la reproducción de lo más aparatosos.

El aspecto atigrado y los enormes ojos azules hacen que sea una de las especies de libélula más fáciles de reconocer de nuestro entorno.
El entorno del paseo, entre prados muy floridos y alrededor del bosque de ribera del río Cubia hace que la abundancia de insectos sea grande.
De caballitos del diablo, mucha abundancia, especialmente de la
Calopteryx haemorrhoidalis, cuyos machos son de un tono bermellón metálico espectacular.

No son nada tímidos, así que era fácil verlos incluso a simple vista.

Las hembras tienen también un tono metálico que combinan con un pterostigma blanco y un parche oscuro en la punta de las alas que las diferencia de otras especies del mismo género.

Por ejemplo, de esta hembra de
Calopteryx que creo que es de la especie
xanthostoma, por el tono verdoso uniforme de las alas, el pterostigma claro y la punta del abdomen pardo metálica limitada a los últimos segmentos, a diferencia de virgo, que sería la posible y no desechable del todo alternativa.

Otros caballitos del diablo más pequeños, pero interesantes también abundaban, por ejemplo, esta hembra de
Lestes viridis, que prefería andar por las ramas altas de los árboles.
Y termino con otro caballito del diablo muy pequeñajo pero muy guapo, el macho de
Coenagrion mercuriale, llamado así porque el dibujo que aparece en el segmento S2 se asemeja al símbolo astronómico de Mercurio.
Comprobadlo...