Algunos archibebes comunes (Tringa totanus) pude ver en varios lugares, principalmente las mejores observaciones en el Rinconín de Gijón.
Este ejemplar en concreto se obsesionó con comerse una resbaladiza angula y le llevó un buen rato.
En Zeluán, algunos ejemplares sueltos.
O alguna pareja, desde luego no los cientos que pude ver en este lugar en paso prenupcial años atrás.
De andarríos chicos (Actitis hypoleucos), no pude ver más que algunos ejemplares sueltos, los vi bien poco principalmente en el Rinconín.
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