No tenía ni un minuto para parar en el Parque
Isabel de Gijón, pero por suerte no hizo falta ni agacharme: allí estaba esta preciosa gaviota de Delaware (Larus delawarensis),
tranquila y en tan buena disposición que me dio tiempo a preparar adecuadamente
los parámetros de la cámara, y preparar un desenfoque del fondo.
Un precioso ejemplar adulto.
Todo casi perfecto: parece una buena foto,
pero le falta algo muy necesario: luz. Estaba anocheciendo y aunque las cámaras
modernas disimulan los ISOs altos con los modos de reducción de ruido, y el
teleobjetivo hizo funcionar su estabilizador, el ojo atento verá un grano
desagradable. No se puede con todo, algo hay que dejar imperfecto.
Pues así estuvo unos segundos hasta que…el misterio se resolverá en la próxima entrada.
Algo bueno tenía que traer ese viento que azota desde el NO. Felicidades
ResponderEliminarPues sí, la verdad es que este invierno raro nos ha dejado cantidad de gaviotas raras.
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