domingo, 22 de abril de 2018

Escribanos cerillos por Mieres y Picu Roíles

Hicimos una ruta muy corta y muy agradable al oeste de la ciudad de Mieres, al pico Roíles en la que encontramos a un par de escribanos cerillos (Emberiza citrinella).













Aunque ya estaban cantando como si les fuese la vida en ello, todavía estaban mudando el plumaje invernal, con una combinación de ambas libreas.












Con el invierno que vino ganas tendrían de que llegase la primavera.














El Picu Roíles, muy modesto, tiene varios alicientes, el principal de ellos, para mí, es tener una de las mejores vistas de mi montaña favorita, Peña Rueda.













Una vista despejada hacia el Sur que permite descubrir un montón de alturas del Macizo de Ubiña.















Aunque la mayoría de la gente transita estas colinas para hacerse con la mejor vista que conozco de Mieres.

Hay que reconocer que el dominio de esta ciudad es absoluto y cercanísimo desde el Roíles y su mirador.












La Iglesia de San Juan Bautista parece una maqueta desde aquí.












Otras vistas no tan agradables se dan y no se pueden evitar, a tantas escombreras y cicatrices de la minería en el paisaje, incluida la central térmica de La Pereda.
Con todo es una caminata bien sencilla y que merece la pena.







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