Tuve la suerte de ver hace unas semanas la cópula de los alimoches (Neophron percnopterus) en una de esas sierras que a estas horas, por desgracia, y a más gloria de los hijos de p*t* habituales, huele a chamusquina y a humo debido a la epidemia de fuego en la montaña asturiana.
Ya fue una alegría ver sobrevolar a 2 alimoches la zona por la que caminaba...
...pero al haber varios buitres leonados (Gyps fulvus) por la zona, pensé que habría un cadáver por la zona que los atraía.
No fue hasta bastante después que pude observar a la pareja reunirse y finalmente copular en varias ocasiones.
Siendo este pequeño buitre tan escaso en la Cordillera Cantábrica, siempre es un gustazo ver que se renuevan las parejas activas cada primavera a la vuelta de África.
La pena es que esta zona ahora mismo está arrasada, y aunque el alimoche pone sus nidos en riscos de piedra, e incluso puede que se vea favorecido por tener animales chamuscados a su alcance, para otros animales de la zona que ya estaban empezando a reproducirse, como este precioso pinzón vulgar (Fringilla coelebs) el fuego les ha destrozado la temporada.
Triste es que al que roba un carrito del súper para dar de comer a su familia le caigan 3 años de cárcel y al que roba la vida a todo lo que mueve, nada o vuela en kilómetros a la redonda, no sólo le salga gratis, si no que le regalen una subvención y la palmada en la espalda de vecinos y políticos. Muy triste.
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