martes, 11 de agosto de 2015

Peña Negra: Buitres y sus delicatessen.

Nos sobrevolaron en la ruta algunos buitres leonados (Gyps fulvus) muy amables.













Digo amables porque por ejemplo la pareja de águilas reales que también vimos pasó muy alta y muy lejos, mientras que los buitres pasaban tan lentos que aunque no en el momento que querías, sí al menos te dejaban sacarles alguna foto medianamente pasable.








Como siempre, impresionas ver a estos bicharracos fundirse con el mar de nubes y pasar majestuosa su sombra sobre el territorio asturiano.











Otro que se apuntó al desfile aéreo fue el alimoche (Neophron percnopterus), mucho más discreto pero sin duda más llamativo.









Todos ellos hacen una gran labor limpiando el monte de los restos de la gran cabaña equina de la zona, preciosos y resistentes caballos vimos todo el camino. ¿Es eso una mula? Duros han de ser para aguantar impasibles la climatología, los lobos y el pasto menguante del verano.







No parecían preocupados caballos, yeguas y potros, en julio todo es tranquilidad.











Tampoco creo que un viajero romano de hace 2.000 años se sintiese extrañado si lo pusiésemos en una máquina del tiempo y aterrizase aquí en Piedraxueves, hay cosas que felizmente no cambian demasiado milenios después.

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