Estas navidades, y coincidiendo con varias entradas de fuertes borrascas, disfrutamos de varios ejemplares de falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius).
Las condiciones de observación fueron en los dos días en lo que los vi, infernales, viento potente, oleaje, lluvia que dolía en la cara...perfectas para que el falaropo salga de alta mar y se refugie en la ría.
Lo duros que son estos bichos. Tal era el mal temporal que no había luz suficiente para poder fotografiar en condiciones, y eso que era mediodía.
A este ejemplar lo vimos en la orilla como si tal cosa.
Aunque haya que (literalmente) mojarse para verlos, siempre es agradable volver a ver a esta ave tan valiente y resistente.
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