miércoles, 28 de noviembre de 2018

Los últimos insectos del Cabu Peñes

Los últimos insectos vistosos que vemos en octubre en Cabu Peñes son los más prestosos porque sabemos que hasta bien entrada la primavera no veremos más (o casi). Preciosidades como la hembra del ícaro (Polyommatus icarus).















Viven una última explosión de individuos justo antes de que lleguen los fríos.










La canela estriada (Lampides boeticus) también abunda al principio del otoño.














Otra muy abundante a principios de otoño es la níspola (Coenonympha pamphilus).














Cuando mariposas como la licena manto oscuro (Lycaena tytirus) desaparece de la vista lo hacen muchas veces de un día para otro, coincidiendo con los primeros temporales. dependiendo de la especie, pasarán el invierno hibernando como huevo, oruga, pupa o adulto.










Otras pueden prosperar en diferentes generaciones y reaparecer de manera activa como adultos a lo largo de todo el año, aunque ya no serán abundantes en otoño e invierno, dependiendo a veces de subidas temporales de la temperatura y de días soleados para volver a verse. Tal es el caso de la blanquita de la col (Pieris rapae).









Y sobre todo de la mariposa de los muros (Pararge aegeria), que siempre nos da una alegría apareciendo incluso en pleno invierno.













En cuanto a las libélulas, es típica la irrupción de grandes cantidades en estas fechas de especies como Sympetrum sanguineum, en este caso una hembra, fijáos en que penoso estado está, serán las últimas que veamos.










Las más beneficiadas por esta última etapa de abundancia, las arañas de jardín (Araneus diadematus) , que viven un  último festival en los praos en octubre.

...y bueyeras de noche.

En cuanto baja la luz, se reunen en el Parque Isabel, dependiendo del día pueden juntarse cerca de 500 garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).









Antes se podía hacer una foto panorámica y ver el dormidero en conjunto. Ahora ya es imposible porque abarca casi toda la isleta central.











Hay tantas que las copas parecen árboles de navidad.













Me acuerdo cuando contaba 40 ejemplares y nos parecían muchísimas, ahora se multiplica por 10.












Os pongo unos vídeos.









El ambiente se pone a tope de ocupación justo al hacerse de noche.














Además de garcillas bueyeras, hay también sobre una docena de cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo).







Las 2-3 garzas reales (Ardea cinerea) con su gran porte ponen el toque noble al dormidero.













A distancias que en otros lugares serían imposibles por cercanas, uno puede pasarse horas observándolas.












El gran bajón que este parque ha tenido en los últimos años se ha compensado en parte con el gran aumento de las ardéidas.

martes, 27 de noviembre de 2018

Bueyeras de día...

Pues casi por cualquier prao con vacas de los alrededores de Gijón es un buen lugar para que "pasten" las garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).











Ya nos acostumbramos a verlas pasar las horas de luz en las afueras de la ciudad.








Hace unos años no sería en absoluto algo común. La expansión ha sido rápida y muy exitosa por la campiña costera asturiana.











Pero en cuanto baja un poco el Sol, los pequeños grupos que se aprovechan de los insectos que levanta el ganado despegan, se van juntando y duermen en un dormidero, en el caso de Gijón, uno enorme en el Parque Isabel, lo veremos en la próxima entrada.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Bisbitas alpinos por el embalse de Rioseco

Los bisbitas alpinos (Anthus spinoletta), que crían en los alrededores del embalse de Rioseco, en Sobrescobio, bajan en invierno al propio embalse, siendo un punto en el que cada invierno se reúnen varios ejemplares.










Se pueden ver en el propio embalse.












Pero donde más les gusta estar es alrededor del ganado de los praos cercanos, comiendo los insectos que levantan.











Se acompañan de otros muchos pájaros, como los más frecuentes bisbitas comunes (Anthus pratensis).











También de muchas lavanderas blancas (Motacilla alba).









Los bisbitas alpinos pasarán aquí el invierno antes de volver a ascender a altitudes mayores en cuanto llegue la primavera.













Otros pájaros que los acompañaban aquel día, como la tarabilla norteña (Saxicola rubetra), ya no volverán a verse por aquí hasta la primavera.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Fartándose a figos

La higuera (Ficus carica) de mi suegro es un banquete para los pequeños pájaros en el otoño. Posiblemente la especie que más se ceba con estos frutos maduros es la curruca capirotada (Sylvia atricapilla), a la que le encantan.











Da igual que sea macho o hembra, se pueden pasar horas buscando los mejores frutos.












En una época en la que hay que cargar energías, es un buen complemento para la dieta.









Para los mirlos comunes (Turdus merula) también son una delicia.



















La abundancia de higos de esta higuera es portentosa, y la aprovechamos todos a tope por efímera. Os dejo un vídeo.













Aunque la higuera es hogar de más pájaros como el carbonero común (Parus major), no lo pude ver comiendo higos.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Maese zorro por Sobrescobio

Lleva una temporada un zorro (Vulpes vulpes) muy poco asustadizo por las tierras familiares en Sobrescobio.









Este precioso animal se aparece a plena luz del día, ya sea en el embalse de Rioseco, o por las fincas colindantes.











Tiene una agilidad sorprendente y afortunadamente pasa bastante de alambradas y cierres.










Siempre a distancia de seguridad de la población local, pero aunque se sepa observado, va a lo suyo.











Y lo suyo es, para bienestar de los lugareños, atiborrarse con los roedores que por desgracia tanto abundan en estos pueblos, y que arruinan cosechas y labranzas.







Incansable, se le ve recorrriendo todos los praos y sebes en busca de un bocado, y eso es una gran noticia porque hay una invasión de roedores desde hace años, lo que muchas veces cabrea a los vecinos y los tienta a usar el siempre peligroso veneno. Habiendo depredadores especializados en el rico topillo como nuestro amigo el zorro, todo solucionado, hay que respetarlo y admirarlo por tan encomiable labor.

Nosotros que no vivimos del campo disfrutamos del placer estético de ver a este animal salvaje tan cerca, y los críos de la casa pueden ver en persona al protagonista de cuentos y fábulas, demostrando su astucia.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Pinceladas del paso postnupcial por Peñes

Flojo vi el paso postnupcial por el Cabu Peñes este año, y aunque fui varias veces a buscar animación, la verdad es que poca cosa pude ver, aunque algunas especie abundasen dependiendo del día y los vientos, posiblemente fuese la tarabilla norteña (Saxicola rubetra) la más interesante.








Hasta tres ejemplares juntos pude ver, pero en general cada día que fui contabilizaba unas cuantas, y no todos los años es fácil.











Sus primas las tarabillas comunes (Saxicola rubicola) sí que abundan en toda estación, en especial después de haber criado a sus retoños.












Un juvenil como el anterior se convertirá rápidamente en un guapo macho que aumentar la ya elevada población local. Ya hay pocos sitios en Asturias donde en un paseo se contabilicen con 2 dígitos.









Mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus), abundantes también, en especial a principios de septiembre.











A finales del mismo mes ya son los mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita) los que llegan a dar el relevo desde el norte.











Jilgueros (Carduelis carduelis) en masa, ya no dejarán Peñes en todo el invierno.












Las collalbas grises (Oenanthe oenanthe) fluctuaron en cada visita, pero cuando aparecían lo hacían por decenas, escondidas en los matorrales...










...a campo abierto...















...o directamente oteando el horizonte.














Más les vale, porque la nómina de depredadores abunda, en especial el más peligroso en todo momento es el gavilán (Accipiter nisus) residente.









Aunque los aguiluchos (Cyrcus sp.) rondan con menos frecuencia, su efectividad es letal.













Mucho menos peligrosa, la pareja de cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) preferirá ratones y los todavía abundantes insectos de septiembre.












Tampoco faltaban los bisbitas pratenses (Anthus pratensis), todavía pocos en septiembre.









Para los buitrones (Cisticola juncidis), sin duda, el mes más abundante del año.














Se les ve muy confiados al principio del otoño.














Incluso, a lo lejos, en el mar, pasaban viéndose a simple vista las marinas, como el alcatraz (Morus bassanus).








De limícolas y similares, todavía más pobre, sólo pude ver un ejemplar solitario de chorlito dorado (Pluvialis apricaria).









Hasta en paso flojo como este, Peñes siempre entretiene.