lunes, 15 de enero de 2018

Correlimos oscuros en Gijón

Aunque pasan desapercibidos entre la avifauna costera gijonesa, los correlimos oscuros (Calidris maritima) siguen siendo un hit de la Bahía.











Acostumbrados como estábamos a ver muchos en décadas pasadas, se ha ido enrareciendo y hubo años en estos últimos inviernos que se veían 2, 3 ó ninguno en cada visita al Rinconín.











Este año se están viendo más, diseminados, hasta la docena, pero cuando se juntan bastantes es un bonito espectáculo.










Mezclados entre los vuelvepiedras (Arenaria interpres), como siempre, había 8 ejemplares en una misma roca hace un par de semanas. 7 entraban en esta foto. Los tenéis señalados.











Siempre tan limpios, pasan mucho rato atusándose y descansando, como veis en el minivídeo.













No es que sea gran cosa, pero estos pequeños contingentes que se mantienen dan esperanzas de una recuperación futura, eso espero.













Mezclado entre la multitud, un chorlito gris (Pluvialis squatarola) que desentonaba del grupo por su gran tamaño.












Para ser una simple roca, dio mucho juego.

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