domingo, 26 de abril de 2015

Maravillas del Cabu Peñes (I): Aguilucho papialbo, cuervo y otros.

Se está viendo un paso interesante esta primavera por el Cabu Peñes, y en las visitas que hago frecuentes a este paraje acompaño mi alegría al ver los movimientos reproductores de especies muy queridas, con la aparición de otras aves mucho menos frecuentes que se están prodigando este año por la zona.
Sin duda la que más llamó la atención estas semanas es el aguilucho papialbo (Circus macrourus).




Era la primera vez que lo veía, aunque hace unos 5 años ya se vio en Asturias, y de aquella me dio esquinazo. En esta ocasión se dejó ver muy bien, espectacular el aspecto imponente de esta rapaz y su dominio del vuelo sobre la planicie, en las estepas euroasiáticas donde vive debe ser una maravilla verlo cazar.







Nuestro aguilucho pálido, al que veo con cierta frecuencia en este mismo lugar ya es una espléndida presencia, con las las tan largas y claras planeando a escasa distancia del suelo , pero este aguilucho papialbo es aún más claro de plumaje, con una cara casi de lechuza y nos dio gran satisfacción a los aficionados a los pájaros que pudimos observarlo a relativamente escasa distancia.





Siendo un paseriforme algo frecuente en la costa central asturiana, el cuervo (Corvus corax) no suele ser tan amistoso como este ejemplar que frecuenta estas semanas los acantilados del Cabu Peñes, y se agradece esa confianza a la hora de observarlo con todo detalle.









Otros paseriformes mucho más abundantes y confiados, son mucho más agradecidos a la hora de posar con paciencia, como el acentor común (Prunella modularis).











La tarabilla común (Saxicola rubicola), directamente te busca ella a ti, razón por la cual muchas veces no le hacemos el caso debido, siempre es agradable su presencia.









En paso muy irregular, a veces a bandadas, y otras como me está pasando a mí, con pocos ejemplares, la collalba gris (Oenanthe oenanthe oenanthe / leucorrhoa) es el símbolo de los pájaros que entran en Asturias en migración temprana y nos acompañan unos días antes de seguir camino muy al Norte.

Seguiremos unos días poniendo fotos mezcladas de las aves que se ven estos días por el Cabu Peñes, espero que os gusten.

martes, 21 de abril de 2015

Por los Puertos de Marabio (y IV): Otras aves.

No solo había córvidos. También, no muchas, rapaces, lo más molón una pareja de alimoches (Neophron percnopterus). Espero que críen mucho y bien.
















Pasaron intermitente buitres leonados (Gyps fulvus), supongo que buscando rica carroña.












Un busardo ratonero (Buteo buteo) patrulló altísimo sobre nosotros.











De páxaros, menos de lo esperado, aunque normal por ser una zona relativamente baja, aunque daba cobijo a unas cuantas collalbas grises (Oenanthe oenanthe libanotica).











Aparte de estas collalbas, vimos, pero imposible fotografiarlos escribanos montesinos y cerillos en abundancia.

lunes, 20 de abril de 2015

Por los Puertos de Marabio (III): Festín de cuervos.

Parafraseo la Saga de Juego de Tronos porque tuvimos la suerte de disfrutar de todo un espectáculo inolvidable con las evoluciones de las 3 especies de córvidos que se enseñorean por las cumbres de los puertos de Marabio.
Lógico, cuando la Peña que estaba a nuestro lado se llamaba "del Cuervo", los paisanos no son tontos cuando nombran su territorio.





La especie menos abundante en nuestro paso por la Padiella fue la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), inconfundible con ese pico y las digitaciones de las alas.










No paró en todo momento de sabotear las exhibiciones de vuelo de sus primas, cruzándose peligrosamente en sus picados.











Las chovas piquigualdas (Pyrrhocorax graculus), en grupitos y muy voceras, esperaban que nos marchásemos de la cima para comerse los trozos de pan que sabía por experiencia que las iba a hacer (como yo deseaba) fijadas a nuestra montaña, volando en increíbles escorzos.










Más ligeras y menos potentes que sus compañeras, pero las más traviesas, acosando a los grandes cuervos que las doblaban en tamaño.









Pero sin duda, el espectáculo que se nos quedó grabado en la retina fue el de los cuervos (Corvus corax), evolucionando frente a nosotros en uno de los mejores festivales de vuelo que haya visto en mi vida.










Ya desde que los vi en la cima sabía que íbamos a tener la suerte de asistir a un baile aéreo en toda regla, y así fue.











Los 3 ejemplares iban patrullando todo su escenario, y cuando quedaba vacío de interferencias empezaban.











Desde gran altura caían en picado haciendo un ruido tremendo en medio del silencio de la montaña, que era absoluto.











Las piruetas que hacían de uno en uno eran pura imaginación.












Dominaban cada pluma y cada corriente de aire y era una sensación epatante el ver a este paseriforme gigante girar con la ligereza de un pajarillo.








El asistir a este espectáculo con un decorado tan espectacular también ayudaba a disfrutar cada segundo.














Estoy seguro que eran perfectamente conscientes de estar siendo observados, son animales muy inteligentes y sospecho que con una capacidad muy superior a la que somos capaces de entender.

Una maravilla, la verdad.










sábado, 18 de abril de 2015

Por los Puertos de Marabio (II): En la cumbre.

Buf, qué vistas. para lo fácil que es esta montaña, las imágenes que se ven desde la Padiella son como para quedarse un buen rato.
Ya veis la cima, y enfrente, la Sobia, un paredón que todos los amantes de la montaña asturiana amamos como a un tótem calizo.


















Y justo a la derecha, si tiramos de teleobjetivo, las inmensas moles de Los Fontanes y Peña Ubiña, las cumbres más altas de Asturias si exceptuamos Picos de Europa.

Y es que, al oeste, disfrutamos de casi todas las montañas de Somiedo y el tramo de Teverga de la Cordillera Cantábrica.

Al Este otras maravillas, principalmente, la Sierra del Aramo y sus sierras satélites de Tene, Caranga y los valles asociados a ellas.

Destacan las cimas más altas del Aramo: El antenado Gamoniteiru...











...y en el lado opuesto del Aramo, La Gamonal.











Un poco detrás, la todavía gran nevada presente en el pico Torres, Puerto de San Isidro.










Y finalmente, como contrapunto, mi "querido" HUCA.












viernes, 17 de abril de 2015

Por los Puertos de Marabio (I): La ruta.

Este finde volví a la montaña, de donde nunca debí salir, pero la vida a veces te lleva por caminos que te alejan de tu hábitat natural.
En concreto volvimos a mis queridísimos puertos de Marabio, una zona de media montaña entre los concejos de Yernes y Tameza y Teverga.
A hecer la ruta entre la Ermita de Santa Ana y la Padiella, o Peña Sala, según la terminología local o la oficial.



Ruta facilona y que en menos de hora y media de ascensión te planta en una balconada difícilmente superable en cuanto a vistas y tranquilidad.










Salimos desde la tranquila Ermita de Santa Ana, en la zona sur de los Puertos de Marabio, teníamos nuestro objetivo (la montaña más a la derecha de la foto) a la vista.

Primero debíamos rodear la peña del Cuervo, e introducirnos por un pequeño valle escondido que ya era una antesala de las maravillosas vistas que nos esperaban. Desde aquí veíamos a placer los redondos y fáciles, ya ascendidos hace años, picos Caldoveiru y L'Obiu.


A sus pies, los famosos y protegidos (en teoría) Puertos de Marabio, una gozosa sucesión de hondonadas kársticas, donde el paisaje calizo hace de las suyas en un pequeño caos de sumideros, dolinas, jous y pequeñas cumbres.



Y si es un milagro para la paz de espíritu y el disfrute paisajístico, no lo es menos para el ganado, que abunda en estas vegas, ya sea en su forma caprina...









o bovina.












Con el Sol que hacía, y a mediodía, imposible adivinar la riqueza de mamíferos salvajes de este espacio natural, que tuve el placer de ver en directo a otras horas hace muchos años, cuando no llegaba la carretera aquí, pero para el que tenga un poco de vista, no resulta difícil ver los rastros de 2 de las especies más frecuentes y características: el lobo (Canis lupus), el que se come al jabalí (Sus scrofa). había muchos rastros de los dos, en forma de excrementos del primero, ya sea en la versión que os pongo aquí (pelo), como en la versión huesos.

Según subíamos, empezaban las vista a lo grande, especialmente de la zona del Aramo y sus sierras satélites. (Ver en grande)

Pero no fue hasta que coronamos que no llegó el gran regalo de algunas de las mejores vistas de Asturias...eso lo dejo para la próxima entrada.

lunes, 13 de abril de 2015

Flores que llaman la atención

En un paseo a la vera del río Nalón, la primavera sacude con rotundidad, cuando ya pensábamos que esa estación ya no existía.
Las flores del laurel cerezo (Prunus laurocerasus) son bonitas pero no se entienden hasta que no mete uno la nariz dentro de ellas (cuidado con las abejas). El olor es de los que no se olvidan, aunque solo llega plenamente cuando rebosan de néctar, entonces uno desearía que el universo entero oliese así (a mí me encantan los olores dulzones).
Si todavía encontráis algún árbol de esta especie, os lo recomiendo, merece la pena pararse.





Las otras flores, en este caso los pies femeninos, son las del sauce cabruno (Salix caprea), tan precoces que salen antes que las hojas, y en unas condiciones de frío que poco recuerdan a la primavera, tal resistencia, y la hinchazón que anuncia en ellas que en un mes estarán esparciendo sus semillas, nos recuerda que la naturaleza sigue, siempre, mecánicamente, contra todo mal, produciendo su simiente, muy ajena a nuestros procesos.








sábado, 11 de abril de 2015

Anillas de marzo.

Mayoritariamente, gaviotas sombrías (Larus fuscus), como es de esperar porque abundan durante el paso hacia el Norte. Pongo una pequeña selección:

Empezamos con KK.AB, una magnífica sombría belga, tiene una pila de años, al menos 16, y en este tiempo tiene un historial de encuentros con ornitólogos y aficionados muy dilatas, con citas en España, Portugal, Inglaterra y Francia. La vi en Zeluán.







Francesas, de Julien Gernignon, pude ver unas cuantas, alguna como esta R:S5P, de 2º invierno solo se han visto en España desde su anillamiento. Vista en la playa de Bañugues.











Otras como R:V6P, un 1er invierno, han pasado primero por Portugal.
Vista en Zeluán.









Holandesas, unas pocas, esta O.A, un poco rara con esas anillas tibiales que tan poco me gustan, por su pequeño tamaño y su disposición tan complicada para leer. No me han contestado aún, y la vi en Zeluán también, un par de veces.








Otra por el estilo, holandesa, es B.V, tampoco me han dado datos de esta sombría.
Vista en Gijón.












HK82, un magnífico adulto, alemán, visto por Bélgica y Holanda. Viene de pasar (creo) el invierno en las Marismas del Odiel, en Huelva, y creo que la pillé saliendo ya de la Península Ibérica hacia Europa.


Vista en Bañugues.







Y termino con JL3X, una noruega que nos ha visitado pero antes ha pasado 4 años sin ser detectada fuera de Noruega tras su anillamiento, ya entonces como adulta.

La foto es cortesía de Carsten Lome.

Vista en Bañugues también.