miércoles, 25 de marzo de 2015

Comprobando lo sucia que es nuestra civilización: Sablón de Bayas.

Nos fuimos los de MAVEA a constatar cómo estaba de basura el Sablón de Bayas, la mayor playa de Asturias, y una de las más bellas. Rebosaba literalmente de basura.











En esta playa, que por lo demás es preciosa, y a la que acudo todos los veranos desde hace más de una década, se acumulan muchas toneladas de basura cada invierno.





















Esta playa tiene la desgracia de ser la primera al Este de la desembocadura del gran río asturiano, el Nalón, por lo que cada invierno, tras las riadas, el río expulsa miles de troncos, algunos de más de 20 metros de alto, que arrastran las crecidas del río, pero también muchas decenas de toneladas de basuras que no deberían (pero lo siguen haciendo) llegar al río.





Esto lo "solucionan" el Principado y el Ayuntamiento de Castrillón limpiando (se llenan varios camiones) la capa superficial de arena justo antes de cada temporada de baños en las playas, pero considero que, aunque esto está bien, y hay que agradecerlo, porque si no la playa sería intransitable, es un poco esconder la basura, y no se da con una solución definitiva.













Mezclados con tanta madera, aparecen centenares de miles de tapones, trozos de plástico y cristal, miles y miles de aplicadores de tampón (¡chicas, hay que echarlo a la papelera, no al WC!), y toda una variopinta colección de basuras: juguetes, neumáticos, boyas, cerámica, cuerdas, y un largo etcétera.

Lo peor es que hace una década ya venía  a esta playa en invierno para admirar las toneladas de troncos que se depositaban, pero cada vez más la madera deja paso a la porquería.




Como veis, la playa es preciosa, tranquila y un placer pasearla cada verano al Sol, pero alguien debería darse cuenta que este espacio, que está catalogado como monumento natural, carece de protección suficiente ante tanta basura.

Hicimos una muestra en 100m2, y nos salió esto, en cuanto a material grande.







En esos mismos 100 m2, aparecieron más de 200 tapones de plástico.

Haciendo una extrapolación muy comedida, nos salían, en el total de la playa, 1.500.000 tapones, lo cual nos habla bien a las claras de 3 cosas: la sociedad aún no está suficientemente concienciada; falla por completo la política de reciclaje; sobran envases y faltan alternativas.





Para no amargaros, os dejo unas fotos donde se ve lo profundamente que herimos con nuestra locura contaminante a espacios tan llenos de belleza como este río que desemboca en la playa y que es literalmente un vertedero.
Y nadie hace nada.









Para encima, el tsunami que nos llega en forma de pérdida de las dunas costeras, por el cambio climático, si alguien no se cree la subida del nivel del mar, que me avise, que le doy un paseíto por esta playa: esta montaña de 4 metros de altura no existía hace 10 años, era una bajada muy suave, el mar se está comiendo nuestras playas.

Y para encima comprobamos in situ que las plantas dunares crecen sobre una capa de porquería, es vergonzoso y asqueroso.


Lo único bueno (siempre hay quien se consuela) es que se ha dejado al descubierto diques de cuarcita escondidas antes en las rocas bajo la arena, otra belleza más de esta playa.








En fin, para no poneros demasiado tristes, os dejo con unas fotos de la playa, en las que disimulo (pero está ahí) la porquería, os sigo recomendando la visita a este Sablón.



4 comentarios:

  1. El estado de cualquier playa de arribada es penoso, los plásticos están en la cadena alimentaria, como lo están medicamentos y otros muchos contaminantes que tan alegremente se tiran en cualquier lugar. Saludos

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    1. Si somos lo que comemos, somos plástico puro, qué triste.

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  2. Ir a una playa en invierno tiene sus ventajas, pero si miras para el suelo se te cae el alma a los pies...
    Un saludo!!

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    1. Y sospecho que lo que habrá 1/2 metro debajo no debe ser mejor...

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