viernes, 28 de febrero de 2014

Temporales con consecuencias: Playa de La Carniciega.

Suelo para bastante a maravillarme de la belleza de la playa de la Carniciega desde su aparcamiento, y el paisaje es realmente bello cuando llegan los temporales de grandes olas.

















Pero no debemos olvidar que pese a lo excitante que es ver desatarse la fuerza de la naturaleza, trae consecuencias en forma de erosión irremediable de nuestro litoral, y esta playa se he quedado sin gran parte de sus duna por culpa de los últimos fenómenos meteorológicos adversos, cosa que ya ocurrió a la vecina Verdicio en las inundaciones del 2.010.

jueves, 27 de febrero de 2014

Aliviados con el piquicorto.

Era muy triste ver al joven ánsar piquicorto (Anser brachyrynchus) pasar el invierno entre nosotros en soledad, y hostigado por los demás gansos del Parque.














Pero en las últimas semanas, ya no está solo, se ha echado unas amistades extravagantes, los exóticos ánsares cisne (Anser cygnoides), exóticas de la lejana Siberia y China, que le hacen compañía, y como he visto a veces, le permiten pastar junto al resto de gansos del Parque, un alivio para los que estábamos preocupados por la salud anímica de este ánsar tan peculiar que nos ha regalado el invierno gijonés en el Parque Isabel.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Las del caperuzo

En estos días, aunque invernales, ya empiezan a manifestarse los primeros efectos en las aves de la migración prenupcial, y uno de los más fáciles de ver es el cambio del plumaje de las gaviotas, en concreto, de las gaviotas reidora (Chroicocephalus ridibundus) y cabecinegra (Larus melanocephalus).







En el caso de las reidoras, es espectacular ver cómo se revolucionan las hormonas y empiezan a teñirse las cabezas, desde la posición invernal inicial...









...casi sin darnos cuenta empiezan a verse motitas color chocolate...












...cada vez menos blanco en cabeza...












...y por estas fechas muchas están casi al completo en plumaje nupcial.











Más espectaculares aún las gaviotas cabecinegras, un poco más lentas en la progresión, pero aún más espléndidas.









El caperuzo será negro azabache, no chocolate como en las reidoras, y el plumaje de un gris tan claro que parece blanco, junto al pico tricolor hacen de esta gaviota todo un espectáculo, que por desgracia por el Cantábrico no se ve al completo, ya que pocos ejemplares llegamos a ver con el plumaje nupcial ya completo.
Una lástima.

martes, 25 de febrero de 2014

Una posible argentea en el Parque

A veces un fallo es algo más. En esta foto, algo recortada, lo que intentaba sacar era a la gaviota sombría de delante (luego se movió y sí le pude hacer más fotos). Al fallar el enfoque, salió borrosa.
Ya iba a borrarla cuando me fijé en la foto de la gaviota a la que tapa, y que fue la que, por error, enfocó el tele. Faltan detalles tan importantes como las terciarias, la cola y las patas, pero lo que se ve tiene buena pinta para ser una gaviota argentea (Larus argentatus) de 1er invierno, de las que se ven muchas y se identifican pocas.
Pico tempranamente bicolor, iris ya claro, tono general muy desvaído y grisáceo, aunque por fechas el desgaste es muy grande y hay patiamarillas con ese mismo tono fantasmal, y puede engañar. Las anclas en las plumas del manto son buenas para esta especie, y la forma de la cabeza también, sin una máscara ocular del todo definida y con un barrado muy irregular y profuso. Nunca lo sabremos, pero tenía buena pinta y la dejamos en "se parece a", y aquí os la dejo.

lunes, 24 de febrero de 2014

Asoleándose

El Sol de febrero ya calienta algo, y las aves del parque Isabel, como este cormorán grande (Phalacrocorax carbo) aprovechan para tomar el Sol.


















Yo, que no puedo salir de casa, y apenas de la cama, por la fiebre, veo estas fotos del Parque con Sol y siento unas ganas tremendas de poder salir de casa, y veo con simpatía a estos bichos que tras un invierno tremendo empiezan a recuperar fuerzas para la mejor parte del año.







Ya empiezan a lucir sus mejores galas y pronto los invernantes, como estos cucharas europeos y ánades azulones (Anas clypeata / platyrynchos) nos abandonarán tras el largo invierno.






Los que por desgracia no se acaban de ir nunca, y siempre toman el Sol despreocupados, día tras día, por mucho que se intente erradicarlos, son los galápagos de orejas amarillas (Trachemys scripta scripta), que han sustituído, por un vacío legal, a sus congéneres de orejas rojas, en las tiendas de animales, y en nuestros ríos y lagos. Ayyyy.

domingo, 23 de febrero de 2014

Gaviotas blancas (y III): Gaviota groenlandesa en vuelo (entre fiebre y fiebre).

Aprovecho un rato que me bajó la fiebre para acabar esta entrada, de cualquier manera: la gripe está aniquilando a mi familia, y tenéis que perdonarme pero hasta hoy ni abrí el ordenador.






No puedo ni con las pestañas, así que vais a permitirme que os remita al enlace del GRO donde os explicarán por qué esta gaviota es de la variedad nominal "glaucoides" y no la "kumlieni": aquí.







Y sin más, os pongo las fotos. Me duele desatender el blog, pero me duele mucho más la cabeza. Lo siento.

martes, 18 de febrero de 2014

Gaviotas blancas (II): Gaviota groenlandesa.

Llevaba tiempo detrás de esta gaviota groenlandesa (Larus glaucoides glaucoides), desde que se localizó en la ría de Avilés, hace ya bastante tiempo, pero por una razón u otra, siempre llegaba tarde a su encuentro.









El sábado pasado , en el observatorio de Zeluán nos encontramos a 2 ornitólogos que venían nada menos que desde Córdoba, y entre Roberto y yo nos dedicamos a enseñarles las muchas maravillas que teníamos delante nuestro. Cuando Roberto propuso ir a la caza y captura de la groenlandesa, no me lo pensé 2 veces, y hubo mucha suerte porque ya casi nos dábamos por vencidos cuando aterrizó en la Ensenada del Arañón, casi delante de nuestros coches.



Sin duda es una gaviota preciosa, un auténtico fantasma, que se dejó fotografiar con suma paciencia a una distancia relativamente corta.











Cuando se  empezó a ver a esta gaviota por Avilés, se la etiquetó como de la variedad kumlieni, pero viéndola más de cerca, da la impresión de no serlo, y de ser de la subespecie "normal".
Esto se ve aún más claro cuando se ven las fotos en vuelo, que os pondré en la próxima entrada.

domingo, 16 de febrero de 2014

Gaviotas blancas (I): Gavión hiperbóreo.

Todo el mundo encuentra al gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) en el Muelle del Rendiello del puerto gijonés del Musel. Todo el mundo menos yo, que estoy abonado a encontrármelo, lejano, en la explanada de la Figar.
Aquí lo tenéis. ¿Que no lo veis? Pero bueno.















La verdad es que tiene su dificultad encontrarlo entre cientos de gaviotas, detrás de una valla (aunque no se note por el desenfoque del teleobjetivo), y granizando y con un viento terrible. A ver, os lo pongo más sencillo.







¿Todavía no? Ayayay que hay que revisar la vista. Bueno, creo que ahora ya lo tenéis mucho más fácil en esta foto, ya veis que destaca mucho con ese corpachón, ese pico bicolor enorme y sobre todo con es plumaje tan pálido, precioso.






En el Musel actualmente hay 2 ejemplares de esta especie, aunque yo solo consigo ver siempre a este, y siempre en esta misma localización, lo que me impide verlo a placer. Este fin de semana no lo intenté, las fotos de esta entrada tienen una semana.








Por cierto, seguía por allí un tarro blanco (Tadorna tadorna), creo que esta vez una hembra, entre ánades azulones y cercetas comunes.

sábado, 15 de febrero de 2014

Temporal tras temporal (y II): Playa de San Lorenzo.

Lo de la playa de San Lorenzo en estos últimos temporales da para hacer una buena tesis doctoral.
Se supone que con el macroespigón del Superpuerto del Muselón iba a dejar de haber olas y temporales, y la verdad es que no solo ha sido así, sino que al contrario, ha habido más daños que nunca.















Cualquier gijonés de los muchos que paseamos con frecuencia desde críos por el Muro dirá lo mismo: la playa ha cambiado, y la ola también.










Yo tengo visto romper las olas en los escaparates de las tiendas del Paseo (año 1.995), y mi madre, que nació y se crió en las casas de la Escalerona, me cuenta cuando les entraba el agua del mar en el portal. Vamos, que nada nuevo ni del otro mundo.







¿Cuál es la diferencia? Pues muy evidente: Antes las olas batían en dirección a la parte más al Oeste del Muro, y respetaba la zona más al Este.









Con el dragado de la arena que hacía de fondo a la entrada de la Bahía de Gijón, el volumen total de arena es más escaso, y no frena la entrada de las olas, y estas olas ahora rodean el Superpuerto y atacan hacia el Este (lógico), destrozando zonas no tan protegidas, y a donde antes prácticamente no llegaba el mar salvo con mareas vivas.





Así, en la zona central del Muro, se aprecian los basamentos del Muro, y las grietas y desconches del propio muro en sí son brutales, y demuestran hasta que punto esta zona ha sido castigada en los últimos tiempos, y sospecho que lo seguirá año tras año.


En todo caso, donde más se ha demostrado este efecto del cambio de la dinámica del flujo de ola en San Lorenzo ha sido en las zonas del Tostaderu y del Rinconín.













La desembocadura del río Piles ha cambiado por completo, y ya no se parece en nada a lo que todos recordamos, de seguir así el Puente del Piles va a ser un elemento decorativo más.








Después del temporal, con el amanecer, el panorama era desolador, con toneladas de tierra y plantas ornamentales arrancadas de cuajo del paseo por las olas, y depositadas a cientos de metros en los pedreros.





Capas y capas de piedras y maderos de hasta 2 metros de largo desperdigadas carretera adentro dan buena muestra de la altura a la que saltó el mar, y del poder erosivo que está teniendo el mar en esta zona, destrozando los fondos que hasta ahora eran suavemente batidos por las aguas fluviales, pero a las que nunca antes había llegado la fuerza de la ola con tanta fuerza.







En la zona del Rinconín el oleaje siempre superaba el nivel del Muro, pero lo que se colaba era espuma (ver foto de hace unos años), y era más fotogénico que realmente peligroso.








Pero este invierno lo que llegó arriba fueron olas con un poder tremendo. No quiero pensar cómo debió ser el escenario en la madrugada anterior a estas fotos, pero las farolas con base de piedra y hormigón deben pesar centenares de kilos, y varias aparecieron destrozadas.

No es inhabitual que el forjado del Muro aparezca roto y arrojado al mar, suele suceder año tras año.










Pero lo anormal es que claramente el punto de impacto de las olas este temporal superó este límite, y podemos asegurar que al menos parte de las olas rompieron directamente en tierra, erosionando la zona colindante a la carretera, y detrás de la carretera está una zona construída en su totalidad, lo que no augura nada bueno para años venideros.


La altura del agua superó al menos los 2 metros por encima del nivel de defensa del litoral en esta zona, ya que parte de las farolas aparecieron rotas en su ápice, algunas derribadas.








Bueno, resumiendo, como diría el otro, en dos palabras, im-presionante.










Podemos decir que es el cambio climático, que es inexorable, y que anegará sin duda gran parte del litoral primero en temporales, y a finales de este siglo sin duda, porque hay están los estudios, de manera definitiva, las zonas bajas de la costa cantábrica.
Podemos decir que ha sido la tormenta perfecta: lo fue, ya que se juntaron vientos de más de 100 kms/h con un flujo de temporales seguidos inusualmente frecuentes, y  con unas mareas vivas de un coeficiente desmesurado. Vale.


Pero yo digo también que cuando se construyó el Superpuerto, y lo doy como ejemplo de cientos de construcciones que se han perpetrado en nuestras costas, se llamó de todo menos bonito a los grupos ecologistas por avisar del cambio que iba a haber en las mareas, en las olas y en el depósito de arenas por culpa de tan colosal proyecto.
Y ahí lo tenemos: una superpuerto vacío, que nos costó miles de euros a cada contribuyente, mientras las políticas sociales, de vivienda, de sanidad, de regeneración social, en definitiva, las importantes, eran vapuleadas al grito de “no hay presupuesto”.
Y este es un puerto que puede, ojalá no, matar a la gallina de los huevos de oro del turismo de aquí a nada, porque por mucho que ahora (siempre sucede así, y es un segundo error aún más horroroso) se empiece a hablar de traer arena de fuera, de crear espigones artificiales, en definitiva, de transformar una playa milenariamente sana, un ecosistema vivo, en una enorme arenero para gatos en la que poner y quitar arena a ritmo de contrata.


Y aún digo más, y con esto termino: hay políticos con puestos aún de alta responsabilidad y con sueldo desorbitado que en su día , con todos los informes de los técnicos en contra, quisieron ampliar otro kilómetro mar adentro el Superpuerto, con lo que el resultado hubiese sido un disparate para los siglos de los siglos. Y si no lo hicieron no fue porque se diesen cuenta o se les encendiese la bombilla de la inteligencia: fue porque no les dejaron. Ahí lo dejo.



miércoles, 12 de febrero de 2014

Temporal tras temporal (I): Playa del Arbeyal.

Hago un pequeño resumen de lo mucho que me impactó esta larga serie de temporales del NW que nos han literalmente barrido estas semanas, con algunas fotos de lo que vi y me encontré.
Comienzo con la playa del Arbeyal de Gijón, que como sabéis, es una playa seminatural, ya que fue restaurada y rellenada con miles de toneladas de arena del fondo marino, por lo que tiene tal acúmulo de arena que la marea alta nunca la cubre del todo...hasta ahora.

Porque lo que me encontré el 2 de febrero fue algo que no olvidaré: la marea había subido tanto, apoyada por olas enormes, que incluso con la protección de todos los diques del Puerto del Musel, y la gradiente de muchos metros de arena en cuesta desde el paseo marítimo, el agua llegó hasta el aparcamiento de la playa, y cambió su morfología creo que para siempre, arrastrando y arrasando el fondo de la playa y depositando muchos metros cúbicos de arena en la línea de la rompiente.
Tanto es así que las olas debieron barrer todo el paseo marítimo de madrugada y saltaron, de Oeste a Este todas las protecciones, llenando de arena todo el paseo.
Increíble, teniendo en cuenta la mansedumbre habitual de las aguas de esta playa y la casi imposible fuerza que tuvo que provocar tal desbordamiento.
Podéis ver en esta foto (mejor abrir en grande) la magnitud del temporal.

Al retirarse el mar por la marea baja, muy baja, al ser marea viva, quedó en lo alto de la playa una laguna para asombro de todos, a varios centenares de metros de la linea real de costa.








Como víctimas involuntarias, las plantas del paseo que crecían entre el pavimento, que nunca la habían visto de este calibre.









A lo lejos, en el Cerro Santa Catalina, muchos días con olas pavorosas.

Aunque hay gente a la que ni todos los avisos del mundo, ni el sentido común, ni olas inmensas, de mar de fondo de unos 6 metros, como las de esta foto, tomada sin referencias, porque era el puro horizonte a golpe de teleobjetivo, les baja de la burra y de la estupidez. ¿Qué por qué lo digo? Pasad a la última foto.


Como dice un amigo mío, "hay más tontos que ventanas"...

Corrección: Ver comentarios.
A mí sigue pareciéndome una locura andar entre estas olas, pero viendo lo que nos cuenta Pablo puede ser que sea una locura controlada.