jueves, 19 de julio de 2012

Lugares donde ver aves: 3 Amigos-Río Arillo, bahía de Cádiz (I): Apoteosis de chorlitejos patinegros, avocetas, cigüeñuelas...

Pues aproveché que estaba en Cádiz para pegarme un madrugón tremendo y visitar la imponente y espléndida Bahía de Cádiz, y a sus muchas especies de aves acuáticas.
Como alguno de mis seguidores es gaditano y ornitólogo, empiezo dándoles la razón antes de que me riñan con mucha razón: no es la época.
Vale, pero aún así, a pesar de la medio deshidratación, y del relativo (ya veréis) poco número de aves, ¡quedé en la gloria!
Elegí un sendero muy sencillo, 3 Amigos - Río Arillo, en la Carretera al Cuartel según se sale de San Fernando, muy bien indicado, llano, y extenso (fueron más de 8 kilómetros de gozosa caminata).
No sé como será en otoño o en primavera, aunque me imagino que debe ser algo grandioso.

Me puse en camino, cargado de prismáticos, GPS y teleobjetivo, sin haber desayunado (resaca de la final de la Eurocopa) y sin (sí, no tengo perdón de Dios) haberme acordado de llevar agua. Eso sí, con el sombrero bien calado.

Nada más salir, se mueve algo entre las sombras, ¡un chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus)! Fue el primero de varias decenas, y el único que se escondió, el resto salían de las salinas como Pedro por su casa, maravilloso.



El paisaje, para un asturianín de praos y monte, alucinante, y un pelín atemorizante, pero difícil de describir  la emoción de ver salir el Sol en esta llanura blanca.


Localizar una gaviota de Audouin (Larus audouinii) siempre emociona, verla entre la costra de sal, es muy muy especial.













Y nada, chorlitejos patinegros por todas partes, te acabas acostumbrando a verlos salir hasta de debajo las piedras. Veo una hembra, qué guapa.








Coña, esa piedra de la derecha se mueve...











¡Pero si son pollitos! Y así todo el tiempo, había unos cuantos, frágiles pero bastante autónomos, y ¡tan moooonos!







La genética a veces es un problema. Yo no tenía ninguna intención de desayunar chorlitejos, pero el instinto es la leche, y cuando el camino se pegaba a algún territorio con pollos demasiado cercanos, las hembras iniciaban un teatrillo que había visto en documentales, pero que en vivo impresiona mucho más.

De repente, parece que el chorlitejo está mal...








...de hecho, parece gravemente herido...












...¿un ala rota?...












...ahora trata de huir, pero no parece que llegue muy lejos, toda una invitación para seguirle y alejar al depredador de los pollos...









...el chorlitejo que va mareado, parecen sus últimos momentos, camina en zig-zag, pero a lo tonto ya nos ha distraído, y se ha alejado varias decenas de metros...









...y ¡ale-hop!, en cuanto ve que ya estamos lejos, y los pollos a buen recaudo, ¡milagro! ¡Pringaos!









¡Ay! La naturaleza es la leche...bueno, seguí caminando, empezaba a apretar el calor, pero no bajaba el entusiasmo, a pesar de que me quedaba un buen trecho. Ya veis en el mapa, si lo ampliáis, que el terreno está entre una playa, y la carretera a Cádiz, entre salinas.












Al torcer en el río Arillo, empiezan a aparecer otras maravillas, por ejemplo las avocetas (Recurvirostra avosetta), abundantes todo el camino, tanto en el agua...








...como en el aire.








Tampoco faltaron varios bandos grandes de cigüeñuela (Himantopus himantopus).




















Cruzando de charca en charca con estrépito.









En cuanto a zancudas, también había. Por ejemplo, alguna espátula (Platalea leucorodia).











Garcetas comunes (Egretta garzetta).













Y una única garza real (Ardea cinerea).













Por todas partes, el "tu-tíu" de las cogujadas comunes (Galerida cristata). Me parecieron mucho más tímidas que en campo abierto.





Buitrones (Cisticola juncidis), por decenas, siempre difíciles de ver y capturar de pequeños y nerviosos que son.










Y me crucé varias veces con unos pajarillos bastante callados a los que no vi la cara en ningún momento, eran pardo y rayados en el manto, claros en las "partes bajas", y poco más puedo decir. Me gustaría pensar que eran terreras marismeñas, pero se rieron de mí de lo lindo y en ningún momento los observé a placer. Os pongo un montaje, acepto sugerencias.



Las que sí eran muy reconocibles eran las currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala).












El Sol ya cascaba, yo estaba muy próximo al nirvana, y los primeros observatorios, muy distintos a los del Norte, pero con un diseño que me traigo para casa, porque me parecen muy prácticos para posibles futuras actuaciones.







Aunque ahora en verano eran pocas las aves que se observaban, en temporada de invierno creo que el panorama de acuáticas tiene que ser espléndido. No se acercó ningún flamenco, y mira que los vi por centenares desde el coche al cruzar la Bahía de Cádiz por la autopista.









Sal por todas partes, una riqueza que me traje a Asturias en forma de salazones, magia en conserva, atún de almadraba, boquerones, algas, bonito, melva, todo relacionado con la fantástica sal que llevan estos ríos. Fijaos en el fondo del agua, pura sal.





Al término del camino, varias pequeñas colonias de gaviota patiamarilla (Larus michahellis), con una agresividad y control hacia mi persona que me recordó al cárabo uralense, o a los págalos...de verdad que se te acercaban a 2 metros con no muy buenos modales...







Y se acabó el sendero...











...pero no para mí, porque al fondo, donde debía estar la playa, me encontré con esta situación tan extraña, : el camino a la playa, vallado por el ejército, y detrás, el sonido inconfundible de un regimiento marchando, con sus cornetas, ¡aarrhhhs! y demás parafernalia, ¡y para allá me fui! Sospechaba que cerca de las áreas militares se protege mucha fauna, y para mi suerte, así fue.

Espero no haberos cansado, porque aún queda una 2ª parte, con muuuuuuchas más maravillas, pollitos variados y aves varias. Nos vemos.



6 comentarios:

  1. Buff..!!!Que maravilla de lugar...cuanto bicho y que bien nos lo has descrito y afotado.Muy buena la serie de la táctica evasiva de los chorlitejos.
    Respecto al pajarillo ese,seguro que me equivoco,pero por la máscara y el barrado de la espalda...No podría ser un gorrión chillón??.
    Preciosos paisajes

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    1. Sí que es guapo, aunque en verano sea la peor época.
      Pues no sabré nunca que eran esos pajarillos, mala suerte, pero gracias por tu sugerencia, voy a echarles otro vistazo a las fotos, es muy difícil porque son un churro.

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  2. Lo del pájaro en cuestión es un buen ejercicio, de cuando en cuando le daré un vistazo.
    Me gustan mucho las secuencias, esa me da una envidia cochina; algún día me lanzaré por esos lugares. Un saludo

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    1. Lánzate sin miedo, que estos terrenos son muy agradables de caminar, y están llenos de bichos, en Asturias hay que buscarlos, y aquí salen a tu encuentro.

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  3. Me gusta el comportamiento del patinegro, que gracioso, pero la naturaleza es asi uno se sacrifica por los otros.

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    1. Sí, menos mal que no pasaba mucha gente por su territorio, sino se iba a pasar el día haciendo el teatrillo...

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